Pérez-Llorca se pronuncia por una política prudente y cauta respecto a la situación en Centroamérica

La oposición de izquierdas acusó ayer al Gobierno en el Congreso de los Diputados de adoptar "una actitud pasiva" en el tema centroamericano y de dejarse arrebatar la iniciativa en la formulación de planes estabilizadores para una zona calificada repetidamente de "volcánica y explosiva" por otros países americanos y europeos. El ministro de Asuntos, que compareció ante la comisión, refutó las acusaciones y manifestó que la actitud de España ante el proceso de Centroamérica era de "reflexión y cautela".

La sesión, que había despertado una lógica expectación, fue presidida por el presiden...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La oposición de izquierdas acusó ayer al Gobierno en el Congreso de los Diputados de adoptar "una actitud pasiva" en el tema centroamericano y de dejarse arrebatar la iniciativa en la formulación de planes estabilizadores para una zona calificada repetidamente de "volcánica y explosiva" por otros países americanos y europeos. El ministro de Asuntos, que compareció ante la comisión, refutó las acusaciones y manifestó que la actitud de España ante el proceso de Centroamérica era de "reflexión y cautela".

La sesión, que había despertado una lógica expectación, fue presidida por el presidente de la comisión, Ignacio Camuñas, y contó con la asistencia de diputados tan calificados como la del jefe de la oposición y secretario general del PSOE, Felipe Gonzélez, la del presidente de Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, José María de Areilza, Antonio Fontán, Joaquín Muñoz Peirats, Joaquín Satrústegui, Javier Rupérez, Jaime Ballesteros y Luis Yáñez.Tras una exposición pormenorizada de Pérez-Llorca por países, intervino el secretario general del PSOE, Felipe González, quien se unió a lo manifestado antes por el portavoz comunista Jaime Ballesteros, y dijo que en Centroamérica se podía observar "un deseo común de que la participación de España en los problemas comunes fuese mayor". Felipe González fue totalmente explícito en la petición de una mayor presencia de España en la zona. "Nuestra presencia", dijo, "se reclama, se desea, se quiere y, a veces, se extraña. Hay que recuperar el tiempo perdido", dijo, "haciendo una clara referencia a los proyectos presentados por el presidente López Portillo, de México, y a la declaración hecha por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson.

El dirigente socialista puso de manifiesto que, aunque era interesante el análisis de la situación de país por país hecha por el titular de la cartera de Exteriores, lo que se imponia era hacer una evaluación de las condiciones que imperaban en la zona de Centroamérica y del Caribe, al tiempo que hacía dos propuestas concretas. La primera, incrementar la presencia española en la región, y la segunda, hacer un esfuerzo para recoger todas las iniciativas de paz planteadas hasta ahora y racionalizarlas.

González hizo un análisis certero de los problemas que afectan al istmo centroamericano y expuso con claridad meridiana los problemas que le afectan, condicionados todos por una tentación de encaminarse hacia un totalitarismo de derechas o de izquierdas. Terminó exponiendo su creencia de que Estados Unidos vería con alivio el hallazgo de una tercera vía que les permita salir de la actual disyuntiva de terrorismo de izquierda y de derecha en la que muchos países centroamericanos se encuentran inmersos. Hay que ofrecer, dijo, una salida política y económica a esos países y esa salida la apoyarán Estados Unidos, porque no tiene otra solución.

El líder socialista se refirió también a los países de fuera de la zona que agudizan las tensiones existentes en Centroamérica y aludió, por último, al peligro de que el itsmo se convierta en una zona de enfrentamiento entre el Este y el Oeste.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Un papel más activo

Pérez-Llorca contestó al líder socialista mostrándose de acuerdo en que España tenía que jugar un papel más activo en la zona, pero advirtió que las propuestas españolas deberían ser "prudentes y cautas".El titular de Exteriores analizó en la intervención la situación en Centroamérica, procediendo a un análisis pormenorizado país por país. Con relación a El Salvador, el ministro dijo que los últimos comicios han demostrado "que se ha votado un no a la violencía y que, "aún sin una mayoría en esos comicios, puede habaer quedado fortalecido en papel hacia el futuro del presidente José Napoleón Duarte. El Gobierno español cree que si estos comicios permiten que se entable el diálogo entre el sector moderado y reformista de la Junta, sector Duarte, y los sectores igualmente moderados que están en la oposición, se podrá dar un paso positivo hacia una solución auténtica de este grave problema".

En cuanto a Nicaragua, Pérez-Llorca, después de hacer un análisis de la evolución del país desde la caída de Somoza, dijo que "hay aspectos que proyectan la sombra de la duda en relación con todo el proceso".

Después de hacer un balance positivo de las relaciones de España con Costa Rica, Honduras y Panamá, Pérez-Llorca se refirió a Guatemala, y manifestó tajantemente que nuestras relaciones diplomáticas no se restablecerán hasta que el Gobierno de aquel país inicie una investigación sobre los graves sucesos que culminaron con el asalto a nuestra representación diplomática, aunque resaltó la declaración del nuevo titular de Asuntos Exteriores de aquella República, Alonso Lina, quien recientemente expresó el deseo de que Guatemala desea mantener relaciones con todas las naciones amigas y "que la Junta actual está considerando la posibilidad de restablecer relaciones con la madre patria".

La Comisión de Exteriores, ante la complejidad de los temas tratados, ha decidido otra sesión monográfica al tema centroamericano el próximo 27 de abril, después de que una misión de dicha comisión realice un viaje de estudio por esos países.

Archivado En