Cartas al director

Fue vergonzoso, fue lacerante

el número que el massa Reagan se montó el pasado domingo clama al cielo, al infierno y a cualquier normativa sobre el empleo del oportunismo, el mal gusto y la más elemental falta de ética.En el mejor estilo de la época del tristemente célebre senador McCarthy, incluyendo, ¡cómo no!, a esa máscara bufa que responde al nombre de Bob Hope, nos machacaron durante un buen-puñado de minutos con aquello de "que Polonia sea Polonia". Perfecto, maravilloso; se le saltan a uno las lágrimas viendo la capacidad de defensa de los derechos humanos de que hacen gala los norteamericanos, si no ...

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el número que el massa Reagan se montó el pasado domingo clama al cielo, al infierno y a cualquier normativa sobre el empleo del oportunismo, el mal gusto y la más elemental falta de ética.En el mejor estilo de la época del tristemente célebre senador McCarthy, incluyendo, ¡cómo no!, a esa máscara bufa que responde al nombre de Bob Hope, nos machacaron durante un buen-puñado de minutos con aquello de "que Polonia sea Polonia". Perfecto, maravilloso; se le saltan a uno las lágrimas viendo la capacidad de defensa de los derechos humanos de que hacen gala los norteamericanos, si no fuera porque existe también El Salvador, y Chile, y Argentina, y Vietnam, y cualquier lugar donde esa pandilla de locos, con su presidente a la cabeza, han metido las narices a lo largo y ancho de los últimos años.

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Pero, claro, "el jefe manda", y para no quedarse a solas con su maniqueísmo decidió que el llamado mundo occidental se mojara en esta repugnante farsa. Al toque de trompeta (seguramente recordando sus fastuosos westerns) puso firmes a todos: Mitterrand, Spadolini, Calvo Sotelo, Schmidt, e incluso, en una morbosa pirueta, no se olvidó tampoco del primer ministro de Turquía (famosa nación en estos días por su constante afán de represión y pisoteo de los más elementales derechos del hombre).

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Enhorabuena a todos; enhorabuena a Televisión Española porque como nuestro presidente está entre los grandes y ya tiene un cierto rango nos emitió íntegro el show, enhorabuena a todos los que participaron, porque consiguieron que creyésemos un poco menos en todo a partir de ahora, y, por supuesto, mi más profunda enhorabuena al vaquero yanqui, que quiere seguir matando indios. Por favor, Reagan, ¡olvídanos! /

Madrid.

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