La crisis polaca

Moscú critica moderadamente la resolución de la CEE sobre Polonia

La Union Soviética lanzó ayer un ataque "de circunstancias" contra la resolución aprobada el lunes en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Económica Europea (CEE) sobre Polonia. Ayer tarde, la agencia Tass afirmaba, en una crónica fechada en Bruselas, que el comunicado final hecho público después de la citada reunión "trata de interferir abiertamente en unos asuntos que sólo conciernen a los propios polacos, ignorando la situación real de Polonia y el hecho de que los pasos dados por el Gobierno de ese país constituyen un asunto interno".Todo ello, a juicio de la agenc...

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La Union Soviética lanzó ayer un ataque "de circunstancias" contra la resolución aprobada el lunes en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Económica Europea (CEE) sobre Polonia. Ayer tarde, la agencia Tass afirmaba, en una crónica fechada en Bruselas, que el comunicado final hecho público después de la citada reunión "trata de interferir abiertamente en unos asuntos que sólo conciernen a los propios polacos, ignorando la situación real de Polonia y el hecho de que los pasos dados por el Gobierno de ese país constituyen un asunto interno".Todo ello, a juicio de la agencia oficial soviética, supone una "ruda violación" de lo previsto en el Acta, Final de Helsinki y en la Carta de las Naciones Unidas. Este ataque a la declaración de los diez es contemplado en Moscú como una simple queja "de circunstancias". Los adjetivos empleados en esta ocasión son sin duda mucho más moderados que, los de días precedentes, contra Estados Unidos. Esta vez, la injerencia de los diez es simplemente "abierta" y no "grosera", como se adjetivaba a las declaraciones hechas por Washington.

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La nota de Tass rezumaba, sin embargo, cierta satisfacción por el hecho de que la CEE se haya negado a adherirse a las sanciones dictadas la pasada semana por Estados Unidos contra la Unión Soviética, como represalia a sus supuestas responsabilidades en la declaración del estado de emergencia en Polonia.

Según algunos observadores, la beligerancia mostrada por la Administración norteamericana podría servir para complicar las relaciones entre Washington y algunas capitales europeas -especialmente Bonn-, lo que podría redundar en beneficio de Moscú.

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