"La última cena", de Leonardo, ha sido alterada por el paso del tiempo

Nuevos detalles, jamás apreciados hasta ahora, han sido descubiertos tras la restauración, todavía no completada, de la famosa La última cena, de Leonardo da Vinci, que se halla en la iglesia milanesa de Santa María delle Grazie.

Casi cinco siglos de deterioro ambiental, así como de equivocados trabajos de restauración, llevaron a una visión del cuadro muy distinta del original, como acaba de confirmarse tras la parcial operación de limpieza realizada por la investigadora Pinin Brambilla.La parte restaurada abarca solamente un cuarto de la superficie de la tela y se limita a una amplia ...

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Nuevos detalles, jamás apreciados hasta ahora, han sido descubiertos tras la restauración, todavía no completada, de la famosa La última cena, de Leonardo da Vinci, que se halla en la iglesia milanesa de Santa María delle Grazie.

Casi cinco siglos de deterioro ambiental, así como de equivocados trabajos de restauración, llevaron a una visión del cuadro muy distinta del original, como acaba de confirmarse tras la parcial operación de limpieza realizada por la investigadora Pinin Brambilla.La parte restaurada abarca solamente un cuarto de la superficie de la tela y se limita a una amplia faja de la derecha y a dos pequeñas bovedillas laterales.

El descubrimiento más relevante está en la aparición de unos tapices detrás de los apóstoles, en el lugar donde hasta ahora se pensó que Leonardo pintó unas puertas o ventanas.

Pero, además, los trabajos de la restauradora Brambilla, realizados durante estos últimos cuatro años con técnica rigurosa basada en el empleo de disolventes y de potentes microscopios, condujeron también a otros hallazgos igualmente sorprendentes.

Así, la limpieza ha permitido distinguir mínimos detalles de los alimentos expuestos sobre la mesa, su reflejo en los platos y el resplandor de las túnicas.

Igualmente se aprecia en esta «nueva ilusión» de la pintura de Leonardo, el rostro distinto del apóstol Simón, colocado en el extremo derecho de la mesa, que aparece ahora con un rostro más noble y con una barba más larga.

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