Los arquitectos españoles plantean la necesidad de que se elabore una ley de la edificación

«El papel de los arquitectos es fundamental, porque deben intervenir en los programas de desarrollo regional, establecer pluridisciplinariamente las políticas territoriales, asumir el protagonismo en el planeamiento urbano y de manera incuestionable, ser los diseñadores de los espacios que generan cultura, convivencia enseñanza, sanidad y solidaridad entre los hombres», dijo el presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, durante la clausura del Congreso de Arquitectos de España, celebrado la pasada semana en Granada.

Las palabras del presidente andaluz reflejan el espíritu dom...

«El papel de los arquitectos es fundamental, porque deben intervenir en los programas de desarrollo regional, establecer pluridisciplinariamente las políticas territoriales, asumir el protagonismo en el planeamiento urbano y de manera incuestionable, ser los diseñadores de los espacios que generan cultura, convivencia enseñanza, sanidad y solidaridad entre los hombres», dijo el presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, durante la clausura del Congreso de Arquitectos de España, celebrado la pasada semana en Granada.

Las palabras del presidente andaluz reflejan el espíritu dominante en las distintas sesiones de trabajo, a las que asistieron ochocientos profesionales de todo el Estado.Organizado por el Consejo Superior de los Colegios Profesionales de Arquitectos, el congreso nacional de Granada ha sido el primero en su género celebrado en España desde 1931, fecha en que aquéllos se constituyeron con carácter oficial.

Durante las cuatro jornadas que se prolongó la reunión, los congresistas se mostraron de acuerdo en que la solución de su reconocida crisis de identidad pasa por el correcto planteamiento del marco de relaciones entre el arquitecto y la sociedad.

Los arquitectos deben tener una facultad de`decisión total en la aplicación de sus conocimientos profesionales, de acuerdo con las conclusiones aprobadas en Granada sobre la polémica cuestión de «competencias profesionales». En este sentido, aparte de la arquitectura y el urbanismo propiamente dichos, se considera también como competencia suya el proceso de producción de objetos de diseño industrial, así como todo proceso que suponga la transformación del medio fisico.

En cuanto a las responsabilidades profesionales, en el congreso se dijo que el arquitecto ha de recuperar su papel social como representante de los intereses colectivos en el campo de la arquitectura, y se acordó que la facultad de arquitecto, así como sus limitaciones de este reconocimiento y responsabilidades, sean reconocidas por la ley. Como consecuencia de este reconocimiento, las responsabilidades que el Código Civil atribuye actualmente a los arquitectos sobre la obra construida deberán ser sustancialmente modificadas, ya que las condiciones de control que antes ejercían sobre la obra han sido igualmente alteradas por la introducción de elementos industrializados

La necesidad de elaborar una ley de la edificación fue también urgida por los participantes en las jornadas, que recomendaron a la corporación estatal que los engloba la creación de comisiones de estudio y seguimiento, con la advertencia de que la futura ley debería considerar como espacio arquitectónico no sólo el edificio en su totalidad, síno también el entorno urbanístico de lo edificado. Asimismo, la ley que se ela bore deberá fijar las responsabilidades de todas las personas que intervinieron en el proceso de la edificación, así como unas normas que regulen el uso, conservación y mantenimiento de los edificios.

El congreso subrayó, finalmente, la necesidad de que los colegios de arquitectos adecuen su organización corporativa a la realidad de la intervención arquitectónica en cada ámbito territorial de España, de manera que el ámbito físico de cada colegio se corresponda con el del ente autonómico en donde se encuentre.

Al igual que anteriormente se había hecho con el catalán Josep Lluís Sert, en la última jornada del congreso, se le rindió homenaje al arquitecto madrileño, nacionalizado norteamericano, Félix Candela, a quien le fue impuesta la segunda medalla de oro del Consejo Superior de Arquitectos de España.