Cartas al director

El Museo del Ejército

El jueves 22 de octubre, en la sección Cartas al Director, don Marco A. Rodríguez Piñero, de Huesca, dio a conocer la penosa impresión que le produjo la visita al Museo del Ejército, al ver que en las salas denominadas de la guerra de liberación y otras sólo se exhibían trofeos, documentos, fotografias, etcétera, de los protagonistas del bando llamado nacional, sugiriendo que "ya es hora de que un museo que pretenda reconstruir la historia militar de España lo haga íntegramente y con la mayor objetividad posible". Y ello porque, primero, eran todos españoles; segundo, venían del ...

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El jueves 22 de octubre, en la sección Cartas al Director, don Marco A. Rodríguez Piñero, de Huesca, dio a conocer la penosa impresión que le produjo la visita al Museo del Ejército, al ver que en las salas denominadas de la guerra de liberación y otras sólo se exhibían trofeos, documentos, fotografias, etcétera, de los protagonistas del bando llamado nacional, sugiriendo que "ya es hora de que un museo que pretenda reconstruir la historia militar de España lo haga íntegramente y con la mayor objetividad posible". Y ello porque, primero, eran todos españoles; segundo, venían del mismo Ejército...En el día de hoy, en compañía de tres antiguos oficiales del Ejército español de la legalidad repu

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blicana, hemos girado una visita al mismo y hemos complobado tristemente la impresión del señor Rodríguez, preocupándonos, porque capitalizando los hechos militares de los protagonistas con un criterio parcial se va en contra de la verdad, no beneficiando en nada a la reconciliación entre los españoles en la nueva situación política y opuesto a la misión específica que la legislación vigente tiene facultado al Museo del Ejército.

Por ejemplo: ¿qué se pretende, al exhibir la vitrina correspondiente al general Queipo de LLano, aparte de su indumentaria militar, de su pistola, de sus condecoraciones, etcétera, el añadir el micrófono en que todas las noches a las diez, según los versos que le acompaña, hablaba a la zona gubernamental con bucólicas charlas premonitorias?

¿Qué se pretende con eso de un proyecto de constitución rusa para España fechada en 1937, o la urna utilizada en las votaciones para penas capitales, o la pistola con que se dice fue asesinado Calvo Sotelo, o las condecoraciones militares de la Alemania nazi, o los versos de José María Pemán a los alféreces provisionales, o las vitrinas dedicadas a los generales protagonistas del levantamiento militar? ¿No es esto mantener el rescoldo de la guerra? En la objetividad militar de lo que debe ser nuestro museo, y específicamente en este período histórico de 1936-1939, debían estar los generales que sirvieron a la legalidad republicana, compañeros algunos de promoción de los anteriores; los oficiales en campaña que nutrieron los mandos del Ejército republicano, sus insignias, sus uniformes, sus medallas, sus banderas..., con verdadero rigor histórico, ya que la historia, la nuestra, para mal o para bien, la hemos hecho y la hacemos día a día todos los españoles, sea cual fuere su creencia o manera de entender la sociedad, y no hay que escamotearla desfigurando la verdad de los hechos.

El Rey se esfuerza en que los españoles estemos unidos y en paz, y aunque a nosotros todavía no se nos haya reconocido nuestra dignidad y nuestros derechos, no por ello dejamos de reconocer la voluntad de la Corona, no asi por otros, de superar aquella tragedia de nuestra historia, y en este caso no debía faltar la de nuestro Ejército. Que no tengan que decir nuestros descendientes lo de Villamartín: "¡Desgraciado país que hace odiosa la carrera de las armas... !". /

Presidente de Fraternidad Democrática de Militares del Ejército de la República.

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