Crítica:MUSICA CLASICA

Modernidad y tradición en el pianismo de Marioara Trifán

La presentación en los lunes de RNE, que se celebran en la Sala Fénix, de la pianista Marioara Trifán ha constituido un éxito pleno. Después de su brillante intervención en el Concurso Internacional Paloma O'Shea, de Santander, merecía la pena escuchar a esta joven pianista que, día a día, gana en madurez de pensamiento y en refinamiento sonoro.El temperamento de Marioara parece especialmente dotado a lo romántico, no por cuanto tenga de apasionado y desbordante, sino, justamente, por unas cualidades esclarecedoras que, sin desvirtuar la música y la carga cultural que conlleva, jamás cae en ex...

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La presentación en los lunes de RNE, que se celebran en la Sala Fénix, de la pianista Marioara Trifán ha constituido un éxito pleno. Después de su brillante intervención en el Concurso Internacional Paloma O'Shea, de Santander, merecía la pena escuchar a esta joven pianista que, día a día, gana en madurez de pensamiento y en refinamiento sonoro.El temperamento de Marioara parece especialmente dotado a lo romántico, no por cuanto tenga de apasionado y desbordante, sino, justamente, por unas cualidades esclarecedoras que, sin desvirtuar la música y la carga cultural que conlleva, jamás cae en exceso.

Dos series de variaciones, las de Beethoven, sobre un tema original, y las de Rachmaninoff, sobre Corellí (que, en realidad, son sobre la Folía de España), estuvieron acompañadas por una de las más bellas polonesas chopinianas -la en fa sostenido, op. 44- y la Barcarola, op. 60, del músico polaco.

Lunes musicales de RNE

El piano romántico. Pianista: Marioara Trifián. Obras de Beethoven, Chopin y Rachmaninoff, Transmisión directapor Radio 2. Sala Fénix. 10 de noviembre.

Hay en la inteligencia interpretativa de la Trifán, en su vitalidad y en su espíritu, unos rasgos de selección que parecen determinar la misma técnica. Una técnica preciosista por la creación de mundos sonoros muy determinados y la claridad de un juego fácil y brillante. Estamos, en suma, ante una artista enormemente atractiva, con mordente, como suele decirse en el mundo de la lírica.

Orden unitario

Establecer un orden unitario, una línea coherente, a lo largo de las 32 variaciones beethovenianas o extraer la carga romanticista que Rachmaninoff añadió a la clasicidad de la folía fue como explicar -desde la razón y la emoción- ambas obras con toda puntualidad.

En cuanto al Chopin de Trifán, es fresco y jugoso en su juego entre la fidelidad y la fantasía. Nos prende desde el primer momento este pianismo singular, moderno y tradicional a la vez.

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