Cartas al director

Desde la butaca de los Pirineos

Imagínense una butaca de entre suelo en un gran teatro en cuyo escenario ven ustedes evolucionar toda una serie de pantomimas, charangas, payasos y saltimbanquis. Este es el espectáculo que ustedes admirarían si situasen su butaca en los Pirineos. Y este es el espectáculo al que diariamente asistimos los que, españoles o de otras nacionalidades, seguimos los aconteceres españoles desde el norte de los Pirineos. Así, hemos visto la actuación del señor Tejero y otros señores uniformados; al número uno y demás dígitos del Banco Central; a más señores uniformados y unos coactores involuntarios hac...

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Imagínense una butaca de entre suelo en un gran teatro en cuyo escenario ven ustedes evolucionar toda una serie de pantomimas, charangas, payasos y saltimbanquis. Este es el espectáculo que ustedes admirarían si situasen su butaca en los Pirineos. Y este es el espectáculo al que diariamente asistimos los que, españoles o de otras nacionalidades, seguimos los aconteceres españoles desde el norte de los Pirineos. Así, hemos visto la actuación del señor Tejero y otros señores uniformados; al número uno y demás dígitos del Banco Central; a más señores uniformados y unos coactores involuntarios haciendo una especie de paseíllo por las tierras de Almería; a señores del Gobierno visitando las tierras sedientas de Extremadura, y de paso inaugurando centrales nucleares, ente milagroso que curará los problemas extremeños cuasi seculares. Y los dos más recientes, pero seguro no los últimos, números estelares: OTAN y neumonía atípica. Dejemos por hoy, aun sintiéndolo, el primero y centrémonos en el segundo. Citamos:

1. Calvo Sotelo, "muy satisfecho" por el resultado del Pleno, no hará crisis de Gobierno" (EL PAÍS, 19 de septiembre de 1981).

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