El diálogo EE UU-URSS

Lo más importante para el secretario de Estado, Alexander Haig, es que su prevista reunión con Gromiko haya tenido lugar. Después de múltiples encuentros con los americanos durante cuarenta años, debe haber sido una ceremonia repetida para el perfecto actor venido de Moscú. Pero para Haig era un estreno nervioso. (... )Algunos en Washington pensaron que sería más inteligente hacer esperar a los rusos, mientras Estados Unidos fortalecía sus músculos. Pero la idea del presidente Reagan de que, al amenazar con una carrera de armamentos, el Kremlin suavizaría su actitud, ha sido socavada por la r...

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Lo más importante para el secretario de Estado, Alexander Haig, es que su prevista reunión con Gromiko haya tenido lugar. Después de múltiples encuentros con los americanos durante cuarenta años, debe haber sido una ceremonia repetida para el perfecto actor venido de Moscú. Pero para Haig era un estreno nervioso. (... )Algunos en Washington pensaron que sería más inteligente hacer esperar a los rusos, mientras Estados Unidos fortalecía sus músculos. Pero la idea del presidente Reagan de que, al amenazar con una carrera de armamentos, el Kremlin suavizaría su actitud, ha sido socavada por la resistencia contra su presupuesto militar. Y la esperanza de que un aplazamiento sería beneficioso para Occidente ha sido destruida por la oposición de Europa occidental al despliegue de nuevas armas nucleares de Estados Unidos.Así, la decisión de Haig y Gromiko de iniciar discusiones sobre las fuerzas nucleares europeas, en Ginebra, el 30 de noviembre adquiere ahora su sentido de ambas partes. Pero estas conversaciones durarán meses, tal vez años. Y no pueden dar frutos sin progresos en un nuevo tratado que cubra las armas intercontinentales. (...) , 27 de septiembre.

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