El director de orquesta Karl Boehm murió en la ciudad de Salzburgo, en la víspera de su último concierto

Karl Boehm, director de orquesta austríaco que consagró toda su vida a la música y llegó a ser uno de los mejores artistas de su especialidad en este siglo, falleció ayer en el hotel donde pasaba el verano en Salzburgo (Austria). El próximo 28 de agosto hubiera cumplido 87 años. Tenia previsto dirigir ese día su último concierto en los Festivales de Salzburgo, con los que siempre estuvo íntimamente ligado. Luego pensaba retirarse definitivamente.

Boehm había sufrido una apoplejía y pasó varios días en coma profundo. Murió rodeado de sus familiares, entre ellos su esposa, Thea, y su hijo...

Karl Boehm, director de orquesta austríaco que consagró toda su vida a la música y llegó a ser uno de los mejores artistas de su especialidad en este siglo, falleció ayer en el hotel donde pasaba el verano en Salzburgo (Austria). El próximo 28 de agosto hubiera cumplido 87 años. Tenia previsto dirigir ese día su último concierto en los Festivales de Salzburgo, con los que siempre estuvo íntimamente ligado. Luego pensaba retirarse definitivamente.

Boehm había sufrido una apoplejía y pasó varios días en coma profundo. Murió rodeado de sus familiares, entre ellos su esposa, Thea, y su hijo, el actor Karlheinz Boehm. El entierro del famoso director de orquesta tendrá lugar la semana próxima en la más estricta intimidad.Aunque el músico preferido de Boehm era Mozart, gracias a él son conocidas hoy las composiciones, de Alban Berg y son memorables sus interpretaciones de obras de Richard Wagner y Anton Bruckner.

Lorin Maazel, que asumirá en otoño la dirección de la Opera de Viena, ha destacado que, con Karl Boehm desaparece un director de orquesta que «ha asegurado la transición entre la praxis de la gran tradición vienesa de principios de siglo y la música de hoy día». Permitió a los músicos de hoy perpetuar esa tradición.

La notoriedad internacional le llegó a Boehm tardíamente. Su larga vida estuvo dedicada al servicio de la música germánica y, sobre todo, a las óperas de los siglos XVIII y XIX, aunque también fijó su atención en las obras de creadores de principios de siglo, como el citado Alban Berg y Richard Strauss.

La vinculación de Karl Boehm con los festivales de Salzburgo, que ahora se están celebrando, data de hace 53 años. A lo largo de este tiempo dirigió en ese marco 270 representaciones de ópera y 52 conciertos.

El disco ha contribuido a la divulgación de la ingente obra de Boehm y de su personalísimo estilo como director de orquesta. Su versión de siete grandes óperas y sinfonías de Mozart y de obras deRichard Strauss contribuyen a entender lo que Boehm ha significado para la música contemporáned.

La actividad de Boehm comenzó a limitarse hace dos años, cuando sufrió una primera crisis cardiaca y su salud se fue deteriorando. Primero anuló sus compromisos para dirigir conciertos y luego tuvo que abandonar también su trabajo dirigiendo en estudios de grabación. Hace unos meses padeció un ataque cardíaco mientras dirigía Electra para una película realizada según la obra de Wagner. Atrás quedaba, definitivamente, su carrera como entusiasta de las obras wagnerianas, de cuyo sentido fue un extraordinario e insólito intérprete.