Tribuna:

La batalla de la lengua

La vaguedad de la declaración sobre las bases de actuación del nuevo Consejo del País Valenciano en materia cultural es fruto de una larga batalla librada durante los últimos años entre la derecha y la izquierda sobre los temas relativos a las señas de identidad de la futura comunidad autónoma.Mientras que a la muerte del general Franco esta disputa no se había planteado entre las fuerzas que luego serían parlamentarias, más adelante UCD vio la posibilidad de cultivar un importante filón político haciendo suyas las reivindicaciones de los grupos que propugnaban la bandera de la ciudad, de Vale...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La vaguedad de la declaración sobre las bases de actuación del nuevo Consejo del País Valenciano en materia cultural es fruto de una larga batalla librada durante los últimos años entre la derecha y la izquierda sobre los temas relativos a las señas de identidad de la futura comunidad autónoma.Mientras que a la muerte del general Franco esta disputa no se había planteado entre las fuerzas que luego serían parlamentarias, más adelante UCD vio la posibilidad de cultivar un importante filón político haciendo suyas las reivindicaciones de los grupos que propugnaban la bandera de la ciudad, de Valencia como representativa de la comunidad autónoma, la denominación Reino de Valencia frente a la de País Valenciano y llamar lengua valenciana a la variante o variantes del catalán occidental que se hablan en la zona.

Más información

UCD ha llegado al extremo de apoyar instituciones como la Academia de Cultura Valenciana, que ha ideado una nueva ortografía para la lengua, diferenciada de la catalana tradicional.

Si bien en lo referente a bandera y denominación parece legítimamente opinable cualquier postura, al margen de las razones históricas, que la amparen, es menos legítimo defender posiciones lingüísticas, como hace la UCD valenciana, en contra de la opinión públicamente expresada de, por ejemplo, la Real Academia Española de la Lengua o la Universidad de Valencia.

Si hoy, a pesar del acuerdo para la remodelación del Consejo del País Valenciano, permanece abierto el contencioso de la lengua, se debe al mantenimiento público de estas posturas por parte de la derecha, que encuentran campo abonado entre capas de la población, generalmente sin gran formación cultural, y que desea por encima de todo que no se les llame catalanes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En