Sanidad acepta que puede ser mucho mayor el número de afectados

El último número del Boletín Epidemiológico Semanal publica el tercer informe de la comisión clínica que estudia lo que todavía denominan «brote epidémico de neumonía atípica», en cuyas conclusiones se dice que «lo que se ha venido denominando neumonía atípica no es más que la porción visible de un gran iceberg formado por un extenso sector de la población expuesta al aceite tóxico».El informe, con fecha 10 de julio pasado, e impreso el 27 del mismo mes, analiza el cuadro clínico de los enfermos, insistiendo en las manífestaciones más tardías de enfermos dados de alta o que han recaído,...

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El último número del Boletín Epidemiológico Semanal publica el tercer informe de la comisión clínica que estudia lo que todavía denominan «brote epidémico de neumonía atípica», en cuyas conclusiones se dice que «lo que se ha venido denominando neumonía atípica no es más que la porción visible de un gran iceberg formado por un extenso sector de la población expuesta al aceite tóxico».El informe, con fecha 10 de julio pasado, e impreso el 27 del mismo mes, analiza el cuadro clínico de los enfermos, insistiendo en las manífestaciones más tardías de enfermos dados de alta o que han recaído, a la vez que cita, por primera vez, al aceite adulterado como vector del agente tóxico determinante de la enfermedad.

En cuanto a las manifestaciones. iniciales, las más importantes, y de ahí la confusión inicial con una neumonía de lo que era un envenenamiento alimentario, siguen siendo las manifestaciones pulmonares. En más de un 50% de los en fermos se aprecia radiológicamente derrame pleural, aunque la frecuencia real debe ser netamente superior, según afirma el informe. Las manifestaciones no pulmonares más llamativas son la fiebre (96% de los casos), dolores musculares (70%), dolores de cabeza (64%) y eruipciones cutáneas (exantema) en un 66% de los casos. También ha sido observada una sintomatología neurológica en un 10% de los casos (confusión, hipersomnia, e incluso encéfalopatía difusa grave, con electroencefalogramas, mostrando alteraciones inespecíficas). Asimismo, el informe recoge la aparición de alteraciones hepáticas en casi la mitad de los casos, y, en algunos de éstos, la insuficiencia hepatocelular era muy grave.

Por lo que respecta a las manifestaciones más tardías, que ahora están cobrando especial importancia, las manifestaciones pulmonares son menos llamativas, aunque se han observado algunas recaídas en la patología pulmonar, con severo empeoramiento de la función respiratoria. De estos enfermos, la mayoría había reanudado el consumo de aceite, aunque unos pocos aseguraron no haberlo hecho. Las manifestaciones tardías no pulmonares, al margen de las lesiones del hígado, son principalmente los dolores musculares en la casi totalidad de los pacientes, de los cuales un 30% presenta míopatía muy severa, con impotencia funcional dolorosa, es decir, dolores musculares tan agudos que les impiden moverse. Asimismo destacan las leucocitosis y eosinofilias, es decir, el aumento,de ciertos glóbulos blancos de la sangre, generalmente asociados a enfermedades de tipo alérgico, lo cual pudo inducir inicialmente a error sobre el origen de la enfermedad, cuando aún no se sabía que el aceite tóxico era el responsable. Por último, cabe citar la aparicion de un 3% de trom bosis vasculares, con mortalidad elevada.

El informe termina afirmando que los cuadros clínicos que deben contemplarse no han de ser exclusivamente neumológicos, ya que la intoxicación no es específicarnente pulmonar. La investigación clínica debe plantearse, según el informe, el análisis decriterios más amplios tales como los hábitos alimentarios, la situación socioeconómica, la historia de enfermedad familiar, la eosinofilia, las mialgias y los exantemas.

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