Cartas al director

Ciriaco de Vicente contesta a Sancho Rof

Ante la carta del ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, señor Sancho Rof, publicada en EL PAIS ayer, en la que, en relación con la neumonía tóxica, el señor ministro me alude y censura, considero inexcusable hacer unas declaraciones sobre el tema de fondo, con el fin de que los lectores de EL PAIS conozcan sin deformación la realidad de los hechos y puedan juzgar ética y políticamente la conducta del señor Sancho Rof.1. Sobre la hipótesis de transmisión de la enfermedad. No dice la verdad el señor ministro cuando afirma en su carta que por el Ministerio que dirige «no se descartaron...

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Ante la carta del ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, señor Sancho Rof, publicada en EL PAIS ayer, en la que, en relación con la neumonía tóxica, el señor ministro me alude y censura, considero inexcusable hacer unas declaraciones sobre el tema de fondo, con el fin de que los lectores de EL PAIS conozcan sin deformación la realidad de los hechos y puedan juzgar ética y políticamente la conducta del señor Sancho Rof.1. Sobre la hipótesis de transmisión de la enfermedad. No dice la verdad el señor ministro cuando afirma en su carta que por el Ministerio que dirige «no se descartaron con firmeza» hipótesis de transmisión de la enfermedad distintas de la transmisión por vía respiratoria.

Hay pruebas contundentes que evidencian que el señor Sancho Rof ha mentido a EL PAIS. Citaré sólo dos:

a) Primera prueba: el cuestionario oficial, base de la encuesta epidemiológica de investigación de la neumonía, elaborado por la Secretaría de Estado para la Sanidad, no incluye la posibilidad de intoxicación por vía digestiva. Conviene que el señor ministro no intente ocultar esa realidad, pues el cuestionario oficial ha pasado por las manos de muchos sanitarios españoles.

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b) Segunda prueba: la lectura de las propias declaraciones del señor ministro en la rueda de Prensa celebrada el 21 de mayo, en la que el señor Rancho Rof descartó la transmisión de la enfermedad por vía digestiva. Recomiendo al señor ministro la lectura de la página 20 de EL PAIS, la página 16 de Diario 16 y la página 26 de Ya, todas ellas del día 22 de mayo.

¿Necesita más pruebas el señor ministro? "Yo no.

2. El reto al señor ministro de Sanidad. No dice la verdad el señor Sancho Rof en su carta a EL PAIS al afirmar que no le he pedido un debate sobre la mal llamada «neumonía atípica». Transcribo, para adverar mi afirmación, dos párrafos de la carta que le envié al señor ministro el día 7,dejunio:

«En los últimos días, tanto usted como algún subordinado suyo preso de nerviosismo, han hecho a los medios de comunicación diversas manifestaciones públicas, relativas a la epidemia de la mal denominada neumonía atípica y a la crisis de la sanidad española en las que, al menos en mi opinión, se han dicho inexactitudes, con las que se

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Viene de página 11 ha engañado a los ciudadanos españoles».

«Considero, señor ministro, que es consustancial con nuestro sistema democrático el que los ciudadanos españoles tengamos información rápida, objetiva y contrastada sobre la actual situación sanitaria y sobre el futuro sanitario que usted y el Gobierno del que forma parte tienen previsto para los españoles».

Finalizaba mi carta al señor ministro invitándole oficialmente, es decir, en nombre del PSOE, como secretario de política sectorial de la Comisión Ejecutiva Federal, a un debate público, sugiriéndole que a mi propuesta de temas para debate incluyera los temas que el ministro considerara oportuno.

El ministro, a través de su carta a EL PAIS, cambia de opinión sobre la oportunidad del debate, pues hasta hoy se había negado sistemáticamente al mismo.

Ahora, ante el varapalo recibido, el señor Sancho Rof cambia de opinión, pues afirma que acepta el debate «en cualquier momento y en cualquier tribuna», aunque seguidamente el señor ministro afirma que «... sería juicioso esperar el desenlace del proceso, según me recomiendan los expertos sanitarios y policiales».

Pues bien, como el reto es un debate político, y a quien hay que juzgar ante la opinión pública es al ministro de Sanidad, y no a los sanitarios ni a la policía, que han actuado con capacidad y entrega, mantengo mi invitación para un debate público, pero ¡ya, señor ministro!, pues en política no hay exámenes de septiembre. ¿Estará del señor ministro dispuesto a un debate en la primera cadena de Televisión la próxima semana en un «cara a cara»? Yo, sí. Espero su respuesta, señor ministro./ Secretario federal de política sectorial del PSOE.

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