Breuer ha sido el más importante diseñador de la Bauhaus

Con él nació un nuevo concepto del mueble, adaptado a la producción industrial

Breuer, que nace en 1902 en Pecs (Hungría), pronto se siente atraído por las bellas artes y se traslada a Viena para iniciar sus estudios en la Academia de Artes Plásticas de la capital austriaca, donde sufre un gran desencanto ante la burocratizada enseñanza artística. Informado de la experiencia que Gropius y sus colegas iniciaron en 1919 en Weimar, se traslada a Alemania para asistir como estudiante en el famoso centro de formación artística, donde seguirá los estudios como alumno hasta 1925, en que al iniciarse la etapa de Dessau pasará a ser profesor hasta que los nazis le obligan a trasl...

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Breuer, que nace en 1902 en Pecs (Hungría), pronto se siente atraído por las bellas artes y se traslada a Viena para iniciar sus estudios en la Academia de Artes Plásticas de la capital austriaca, donde sufre un gran desencanto ante la burocratizada enseñanza artística. Informado de la experiencia que Gropius y sus colegas iniciaron en 1919 en Weimar, se traslada a Alemania para asistir como estudiante en el famoso centro de formación artística, donde seguirá los estudios como alumno hasta 1925, en que al iniciarse la etapa de Dessau pasará a ser profesor hasta que los nazis le obligan a trasladarse a Londres para poder seguir ejerciendo su profesión.El paso de Breuer por la Bauhaus es determinante en su vida, en la historia de la escuela y en la evolución del diseño moderno. Inicialmente se le confía el taller de metal, uno de los siete que existían en el programa de la Bauhaus. Allí inicia una serie de experiencias mediante el tubo de acero curvado que le llevan a la serie de sillas que más tarde conoceremos como las de forma en S, sin patas traseras.

Lo que era una sección de experiencias en metal se transformó en un taller de decoración interior que fue tomando carta de naturaleza hasta crear la moderna especialidad del interiorismo, entendido como arquitectura de interiores, de la que Breuer no sólo será un gran pionero, sino también un destacadísimo maestro. Nace así un nuevo concepto de mueble -más importante que el inmueble- que quiere responder a las exigencias de la producción industrial y a las necesidades funcionales de una sociedad de masas.

Su original acierto radica precisamente en haber sabido crear un primer programa de mobiliario acto para todos los usos (sillas, mesas, taburetes, butacas, etcétera) que superaba la dependencia artesanal de los diseños Thonet en madera curvada para ofrecer unos materiales más flexibles y modernos -aceros y aluminio-, que por su esbeltez, elegancia y aerodinamismo llegaran a transformarse en los auténticos símbolos del mobiliario moderno y de las tipologías bauhausianas. Por esto, G. C. Argan ha afirmado que Breuer es el más importante designer salido de la Bauhaus.

Su intuición del espacio

Muebles de un linealismo intensamente expresivo, que parece inspirarse en la obra de Kandinsky y en la de Klee, colegas y compañeros suyos en la famosa escuela de Bauhaus. Esta es considerada por muchos. la etapa más creativa del siempre productivo Breuer, en la que ya se manifiesta su enorme intuición por el espacio y su interés por hallar una síntesis entre lo operativo y lo funcional.Breuer transporta al campo del diseño y la construcción unas tecnologías hasta entonces no aplicadas, como son los tubos de bicicleta, las formas del trineo, los tensores de las velas náuticas, siempre buscando un mueble sobrio, ligero y elástico que él mismo creía «debe estar construido con piezas norma lizadas de diseño elemental, desar mables y cambiables en todo momento».

Cerrada la primera etapa dedicada al diseño, se vuelca de lleno en la arquitectura en dos períodos muy distintos: el europeo, de acu sado y riguroso racionalisino, co mo son sus edificios y viviendas unifamiliares de Berlín, Wiesbaden, Zurich o Londres. que se distinguen precisamente por su audacia constructiva y gran sentido práctico, y el período americano que se inicia en 1937, cuando Gropius, recién nombrado director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harward (Estados Unidos), le reclama como profesor e inicia con él una etapa de colabo ración en la que ya se acusan, en los materiales y el gusto decorativo, las constantes de Breuer, lo que provocará su desvinculación y su progresivo lanzamiento personal, que le convertirá en un famoso de la arquitectura.

Como profesor y como arquitecto ha ejercicio una gran influencia en la nueva generación de arquitectos norteamericanos.

Su llegada a Estados Unidos coincide con la aportación de dos originales ideas que pronto se irán integrando a la arquitectura moderna, los inmuebles en forma de Y apoyados sobre unos paraguas de hormigón armado en forma de paraboloide hiperbólico con un pilar en el arranque de la bóveda. Estos elementos, más el uso de piedra, madera, cristal y carpintería metálica, en lo que serán su casa binuclear, constituyen entonces unos planteamientos originales e innovadores. Este tipo de residencia se caracteriza por dividir la vivienda en dos partes comunicadas, la zona de noche a un lado y la de día a otro unidas por un vestíbulo de entrada a cada uno de los bloques.

En 1953 comienza la que será su etapa más conocida y espectacular, plenamente consagrada a una arquitectura monumental que esparcirá por todo el mundo. Tres grandes encargos coinciden en este momento: el edificio de la Unesco en París, realizado en colaboración con Zehrfuss y el ingeniero Nervi; los grandes almacenes Bijenkorf de Rotterdam, y la Embajada de Estados Unidos en La Haya. Estas serán magnas realizaciones en cemento armado, en las que dejará al descubierto este material y tratará de poner de relieve sus enormes posibilidades plásticas y escultóricas. El cemento sale al descubierto y muestra su presencia y su textura al exterior, anunciando lo que años después llamaríamos brutalismo.

Sus grandes obras pasan a ser edificios funcionales de vocación escultórica, que serán cuidados hasta los últimos detalles. En esa línea cabe inscribir la iglesia de la abadía de Sant John's de Minnesota, el anfiteatro de la Universidad de Bronx, el centro de investigación de la IBM de Niza ó la impresionante caja de cemento del Whitney Museum de Nueva York, todos ellos ejemplos de ese uso ornamental y espectacular de la arquitectura.

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