Tàpies expone en Madrid su obra más reciente

La madrileña galería Rayuela, en conmemoración de su décimo aniversario, inauguró ayer una exposición de la obra reciente del pintor Antoni Tàpies (Barcelona, 1923), internacionalmente considerado como una de las figuras clave del arte contemporáneo. El artista asistió a dicha inauguración, dado que, en el transcurso de la misma, se presentó también el libro Conversaciones con Tápies, de Miguel Fernández-Braso.

La última exposición de Tápies en Barcelona fue acogida por la crítica como el testimonio de uno de los momentos creativos más sorprendentes del pintor catalán. Este ha querido q...

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La madrileña galería Rayuela, en conmemoración de su décimo aniversario, inauguró ayer una exposición de la obra reciente del pintor Antoni Tàpies (Barcelona, 1923), internacionalmente considerado como una de las figuras clave del arte contemporáneo. El artista asistió a dicha inauguración, dado que, en el transcurso de la misma, se presentó también el libro Conversaciones con Tápies, de Miguel Fernández-Braso.

La última exposición de Tápies en Barcelona fue acogida por la crítica como el testimonio de uno de los momentos creativos más sorprendentes del pintor catalán. Este ha querido que parte de aquella muestra se exhiba ahora en Madrid, coincidiendo con la presentación del libro de Miguel Fernández-Braso titulado Conversaciones con Tàpies (Ediciones Rayuela).Aun después de abandonar el avión que le trajo a Madrid, Antoni Tápies sigue inmerso en su conocido miedo a los viajes aéreos. Pero responde a nuestra pregunta de si al hablar de obra reciente ese epíteto encierra algo más que un simple dato cronológico: « Cuando preparo una exposición, jamás me planteo si ésta va a ofrecer o no novedades respecto a las anteriores. Yo trabajo sin obsesionarme por hallar diferencias radicales. La evolución siempre depara hallazgos, que se dan sin propósito, como por añadidura. O sea, que en esta muestra no se verá ningún cambio brusco, pues yo no soy persona que me pase la vida rompiendo con mi pasado».

De todas formas, admite que se aprecian dos tendencias o experimentaciones no exentas de novedad: «Por un lado, hay una serie de cuadros que están realizados con unas telas más finas de las usuales. Estas permiten, antes de clavarlas en el bastidor, que yo las humedezca y las coloque sobre objetos reales. Luego, al aparecer las formas bajo la tela, las sombreo de modo tangencial. Para ello utilizo los polvos de color habituales, mezclados con polvo de mármol. Otras veces empleo un spray. Eso permite que el relieve aparezca con una sensación de trompe-l'oeil, sin necesidad de recurrir al naturalismo».

Por otro lado, prosigue: « Hay un grupo de cuadros que, en lugar de ser tratados con las materias que uso normalmente, están realizados tan sólo con manchas de barniz o de aceite. Eso me ha permitido plasmar una serie de imágenes muy ambiguas, que se deshacen, porque el barniz no se puede dominar en exceso».

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