Tribuna:

Tras los nervios iniciales se generó dinero para los bancos

La Bolsa recuperó parte de su actividad después del atolladero al que se vio sometida tras el intento de golpe de Estado.Esta recuperación resultó negativa, el papel comenzó a afluir con bastante abundancia a los parqués y los escasos compradores se batían en franca retirada. El miércoles alcanzaron su punto álgido las tensiones entre los abundantes vendedores y los escasos compradores, hasta el punto de que en el mercado barcelonés ninguno de los grandes bancos marcó cambio por falta de opciones compradoras suficientes, y en el resto de las plazas, cuando lo hicieron tras largos titubeos, per...

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La Bolsa recuperó parte de su actividad después del atolladero al que se vio sometida tras el intento de golpe de Estado.Esta recuperación resultó negativa, el papel comenzó a afluir con bastante abundancia a los parqués y los escasos compradores se batían en franca retirada. El miércoles alcanzaron su punto álgido las tensiones entre los abundantes vendedores y los escasos compradores, hasta el punto de que en el mercado barcelonés ninguno de los grandes bancos marcó cambio por falta de opciones compradoras suficientes, y en el resto de las plazas, cuando lo hicieron tras largos titubeos, perdían posiciones de consideración.

Las razones que se barajaban para justificar la concentración de títulos puestos a la venta el miércoles iban desde la prisa por materializar las diferencias positivas que se arrastraban hasta el mal ambiente que creaba entre los inversores la posibilidad que en aquel día se apuntaba de que fuese aceptada la oferta de los socialistas para formar un Gobierno de concentración.

Lo cierto es que los nervios se calmaron el jueves cuando se conoció que UCD gobernaría en solitario y el papel fue remitiendo con la misma facilidad con que se había generado. Al cierre de esta reunión ya comenzaron a apreciarse tanteos compradores, que cristalizaron en unas subidas de los valores del sector bancario casi indiscriminadas el viernes.

Uno de los grandes protagonistas de la tanda fue Dragados. Esta constructora consiguió mejorar trece enteros en la Bolsa madrileña a lo largo de la semana, y contó siempre con un volumen de demanda considerable. La paternidad de las insistentes demandas de estas acciones se atribuían a algún grupo bancario alemán, que acudía a diario.

Con todo, la gran novedad de la semana la constituyó el drástico frenazo que se produjo en la oferta de letras de cambio. En Madrid, el jueves, sólo se ponían a la venta 133 efectos, número que contrasta Poderosamente con los más de trescientos que en las últimas jornadas se venían ofreciendo.

La posibilidad de que los emisores hayan sido «advertidos» de la conveniencia de no ofrecer efectos de nominal inferior al millón de pesetas, y el más que evidente interés de que los tipos de descuento mantengan su tendencia a la baja pueden ser las razones que hayan determinado los comportamientos restrictivos de la oferta.

La tendencia que apuntaron las Bolsas al cierre de la semana resultaba incierta, aunque la decisión de la mayor parte de los valores bancarios de mejorar sus precios, a pesar de tener que actuar contra corriente, y el posicionamiento de algunos de los inversores más activos del mercado en valores concretos, dejan abierto un portillo a la esperanza de que los mercados de valores mejoren.

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