Sólo los gastos militares se salvarán del recorte presupuestario anunciado por el presidente de Estados Unidos

«Hay que reconstruir la defensa nacional», dijo el presidente Ronald Reagan, interrumpido por los aplausos del Congreso, al argumentar las razones que justifican la exclusión del sector defensivo de los importantes recortes presupuestarios anunciados por el presidente norteamericano ante el Congreso y la nación.La defensa es el único capítulo de la economía norteamericana que no será afectado por la política de restricciones presupuestarlas de la Administración Reagan. Al contrario, será incrementado en 7.200 millones de dólares, para un presupuesto total militar norteamericano de 169.0...

«Hay que reconstruir la defensa nacional», dijo el presidente Ronald Reagan, interrumpido por los aplausos del Congreso, al argumentar las razones que justifican la exclusión del sector defensivo de los importantes recortes presupuestarios anunciados por el presidente norteamericano ante el Congreso y la nación.La defensa es el único capítulo de la economía norteamericana que no será afectado por la política de restricciones presupuestarlas de la Administración Reagan. Al contrario, será incrementado en 7.200 millones de dólares, para un presupuesto total militar norteamericano de 169.000 millones de dólares, para el año fiscal 1982, que comenzará el próximo 1 de octubre.

«Desde 1970, los soviéticos han inverti-do 300.000 millones de dólares más que nosotros en potencial militar», aseguró el presidente Reagan en su alocución directa ante el Congreso, que fue televisada a toda la nación. Recordó «la significativa ventaja numérica de los soviéticos en armas estratégicas nucleares, aviación, submarinos y artillería», lo que aconseja un esfuerzo suplementario para el gasto defensivo en Estados Unidos.

En porcentajes, el programa económico de Reagan -que debe recibir la aprobación del Congreso, prácticamente garantizada al contar con amplia mayoría republicana en el Senado- ilustra la evolución del porcentaje del presupuesto destinado a la defensa en el gasto público estadounidense. En 1962 (época de la guerra del Vietnam), la defensa representaba el 44% del presupuesto federal. En 1981, sólo el 24%. En 1982 se iniciará una «recuperación» para llegar a destinar el 32% del gasto público a la defensa, en el presupuesto de 1984, primero que cuenta equilibrar la Administración Reagan, poniendo fin a una política de más de veinte años de déficit presupuestario en Estados Unidos.

Toda una panorámica de nuevos proyectos militares norteamericanos -que el Pentágono precisará en los próximos meses- serán puestos en marcha bajo la dotación presupuestaria de Reagan. Modernización de la marina, la aviación, fuerzas de intervención rápida, nuevos sistemas de misiles y contratación de nuevo personal militar, figuran en el programa de modernización, destinado a «reequilibrar» la balanza militar de Estados Unidos respecto a la URSS.

Otro de los aspectos de la nueva estrategia económica norteamericana que influirá en las relaciones exteriores, junto al aumento del presupuesto militar, es la reducción de la ayuda estadounidense a países en vías de desarrollo, programas de cooperación y participación financiera de Estados Unidos en organismos financieros o culturales internacionales (ONU, Unesco, Banco Mundial).

David Stockman, director para la gestión y control del presupuesto, artífice de la nueva política presupuestaria de la Administración Reagan, logró imponer su criterio -a pesar de la oposición del secretario de Estado, Alexander Haig- reduciendo en el 26% el programa de ayuda exterior norteamericana inicialmente sugerido por Carter para el ejercicio 1982. En total, Estados Unidos destinará 5.392 millones de dólares a operaciones de ayuda exterior que, en muchos casos, son altamente rentables para el prestigio de Norteamérica en el mundo.

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