Cartas al director

Barcos ecologistas

Según noticias transmitidas por la organización Greenpeace, autoridades españolas en el puerto de El Ferrol internaron, en junio del pasado año, el buque The Rainbon Warrior cuando, al mando de su capitán, John Castle, trataba de evitar, sin apelar a medios violentos, que flotas balleneras, fuera de las aguas jurisdiccionales españolas, llevaran a cabo sus propósitos de pesca. Al internarse el buque, se encarceló a su capitán. La mencionada organización informa que el capitán logró escapar con su buque tres meses después de su detención, pero sufriendo perjuicios en el equipo, que inclu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Según noticias transmitidas por la organización Greenpeace, autoridades españolas en el puerto de El Ferrol internaron, en junio del pasado año, el buque The Rainbon Warrior cuando, al mando de su capitán, John Castle, trataba de evitar, sin apelar a medios violentos, que flotas balleneras, fuera de las aguas jurisdiccionales españolas, llevaran a cabo sus propósitos de pesca. Al internarse el buque, se encarceló a su capitán. La mencionada organización informa que el capitán logró escapar con su buque tres meses después de su detención, pero sufriendo perjuicios en el equipo, que incluyen la sustracción de una cantidad considerable de combustible.Si estas informaciones son correctas es muy de lamentar la actitud de las autoridades pertinentes, y es de esperar que el Gobierno español, sin perjuicio de los legítimos derechos dentro de aguas jurisdiccionales, ponga coto a semejantes actos de embargo. Es asímismo de esperar que el Gobierno español preste atención al hecho de que las flotas balleneras españolas han sobrepasado en el doble la cuota asignada a España en el año 1980 por la Comisión Ballenera Internacional. Con ello se han quebrantado las más elementales medidas de protección del equilibrio ecológico marino. Las medidas de referencia no representan simplemente una tendencia «humanitaria» más o menos romántica en favor de las ballenas, sino una serie de disposiciones prudentes en vista de la restauración y conservación de las estructuras bióticas. Al destruirse o desequilibrarse éstas se causan daños irreparables tanto a la humanidad actual como a las generaciones futuras./ Rosemont, Pensilvania, EE UU.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En