Ricardo Gullón analiza el exilio de Juan Ramón Jiménez

Comienzan los actos para conmemorar el centenario del poeta

La conmemoración del centenario de Juan Ramón Jiménez tuvo ayer una doble celebración en Madrid. Por una parte, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, el profesor Ricardo Gullón, presidente de la Asociación de Amigos de Juan Ramón constituida recientemente, ofreció una charla sobre los últimos años de la vida del poeta.

«Ni la política española ni los políticos le interesaron en absoluto durante su destierro pero estaba informado de la producción literaria de los poetas jóvenes, como José Hierro o José Luis Hidalgo, a través de revistas y publicaciones diversas que le mandaba...

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La conmemoración del centenario de Juan Ramón Jiménez tuvo ayer una doble celebración en Madrid. Por una parte, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, el profesor Ricardo Gullón, presidente de la Asociación de Amigos de Juan Ramón constituida recientemente, ofreció una charla sobre los últimos años de la vida del poeta.

«Ni la política española ni los políticos le interesaron en absoluto durante su destierro pero estaba informado de la producción literaria de los poetas jóvenes, como José Hierro o José Luis Hidalgo, a través de revistas y publicaciones diversas que le mandaba Juan Guerrero Ruiz», dijo el profesor Gullón en su conferencia.Al mismo tiempo, en la Fundación Juan March, otro reconocido especialista en la obra juanramoniana, Antonio Sánchez Barbudo, pronunció la segunda conferencia del ciclo que comenzó el martes pasado sobre las cuatro etapas de su creación poética.

«Desde su traslado definitivo a Puerto Rico, en 1951, Juan Ramón mantuvo una constante actividad. Profesor de la Universidad, donde dictó unos cursos sobre el modernismo cuya publicación fue posteriormente prohibida por la censura en España, daba conferencias y recibía numerosas visitas de jóvenes poetas y admiradores», recordó Ricardo Gullón, quien tuvo en ese período una relación personal con el poeta de Moguer».

Sin comprometerse en ningún tipo de actividad política, Juan Ramón Jiménez, cuyo pensamiento y talante era el de un liberal institucionalista, manifestó durante su exilio una constante lealtad a la República, y en cierta ocasión afirmó que la guerra civil se habría evitado si Manuel Azaña, Julián Besteiro y Fernando de los Ríos hubieran controlado el poder.

En Animal de Fondo, libro que luego tituló Dios deseado y deseante, culmina entonces Juan Ramón su labor poética con un poema, Espacio, considerado por Octavio Paz, Dionisio Ridruejo y el propio Ricardo Gullón como el mejor poema del siglo en lengua castellana. «El Dios deseado es expresión de la conciencia poética; la conciencia hecha poesía o la poesía hecha conciencia», afirma Ricardo Gullón, interpretación sancionada por el mismo Juan Ramón cuando leyó el libro donde por primera vez se formulaba.

En el acto de homenaje intervino también el presidente de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, Juan Becerril, y se pudo escuchar la voz de Juan Ramón en una grabación discográfica que recoge algunos de sus poemas de la que se pretende lanzar una edición a precios populares con motivo del centenario para hacer llegar su obra al gran público y a las jóvenes generaciones que la desconocen.

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