El Papa propone la creación de una zona de paz en el canal de Beagle

Juan Pablo II entregó ayer solemnemente a los ministros de Asuntos Exteriores de Argentina y Chile, Carlos Pastor y René Rojas, dos sobres blancos lacrados con el escudo papal para que sean entregados a los responsables políticos de ambos países, los generales Videla y Pinochet. Se trata de la propuesta oficial del papa Wojtyla como mediador en el conflicto de las islas Beagle, en la zona austral fronteriza de ambos países.

El Papa, en su discurso oficial ayer en el Vaticano, ante las delegaciones de ambas, naciones, afirmó que entregaba el texto de su propuesta «con un cierto temblor q...

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Juan Pablo II entregó ayer solemnemente a los ministros de Asuntos Exteriores de Argentina y Chile, Carlos Pastor y René Rojas, dos sobres blancos lacrados con el escudo papal para que sean entregados a los responsables políticos de ambos países, los generales Videla y Pinochet. Se trata de la propuesta oficial del papa Wojtyla como mediador en el conflicto de las islas Beagle, en la zona austral fronteriza de ambos países.

El Papa, en su discurso oficial ayer en el Vaticano, ante las delegaciones de ambas, naciones, afirmó que entregaba el texto de su propuesta «con un cierto temblor que ustedes mismos advierten» y que se trataba de «un proyecto reservado que contiene mi propuesta, mis sugerencias y mis consejos». Sin embargo, en su discurso Juan Pablo II ha revelado ya parte de las líneas maestras de la mediación tomada por el Vaticano, después de haber escuchado y debatido durante dos años con ambas partes.El Papa propone concretamente que las islas en litigio entre Chile y Argentina se conviertan en una «zona de paz» controlada por ambas naciones y sellada por un pacto solemne de amistad «ante la comunidad internacional». Y deberán comprometerse ante el Papa a no usar jamás en esta zona «el recurso a la fuerza o a la amenaza del usa de la fuerza». Creada esta «zona de paz» común, todas las controversias sobre problemas concretos deberán ser resueltos por ambas naciones en un espíritu de colaboración y fraternidad que deberá ir, dice el Papa, mucho más allá del problema concreto en litigio, extendiéndose a otros terrenos, como el económico, el industrial, el comercial, el turístico, el cultural, etcétera.

«Se trata», dice el Papa, «de dos naciones hermanas que han dado al mundo hasta ahora el ejemplo único en la historia de no haber entrado nunca en guerra, a pesar de tratarse de dos naciones limítrofes».

¿Qué habrá prometido el Papa, se preguntaban ayer los observadores vaticanos a los Gobiernos de los dos países en litigio a cambio de un sí rápido y definitivo a su propuesta de mediación? Además de un viaje a Chile y Argentina, que ayer se daba ya por cierto, el Papa ha querido halagar y animar a los jefes de Estado de ambos países, generales Videla y Pinochet, diciéndoles textualmente en su discurso a las delegaciones: « Para los más altos responsables de ambos países, defensores como son de los legítimos intereses nacionales, deseo la inigualable recompensa de que la historia se acuerde de ellos también por su valentía en apostar por la paz en un momento difícil y por haber dado de este modo al mundo -en particular a quienes rigen los destinos de las naciones- el ejemplo de la cordura y de la sensatez como criterio de gobierno».

Los ministros chileno y argentino salieron ayer del Vaticano abrazándose emocionados.

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