Tamames sospecha que la cooperación con Guinea Ecuatorial es una "merienda de blancos"

La sección de gastos de diversos ministerios, que asciende a 85.000 millones de pesetas, fue enmendada a la totalidad por el Grupo Comunista, que propuso su devolución. Esta, sin embargo, no fue aceptada, sino que la enmienda comunista se rechazó por 113 votos a favor, 157 en contra y cuatro abstenciones.Ramón Tamames calificó esta sección de «cajón de sastre», lleno de gastos imprecisos, que en un presupuesto bien hecho casi no debería existir. Juzgó especialmente excesivo el capítulo de imprevistos, que suman 27.000 millones, y señaló la existencia de enormes bolsas de dinero que no se sabe ...

La sección de gastos de diversos ministerios, que asciende a 85.000 millones de pesetas, fue enmendada a la totalidad por el Grupo Comunista, que propuso su devolución. Esta, sin embargo, no fue aceptada, sino que la enmienda comunista se rechazó por 113 votos a favor, 157 en contra y cuatro abstenciones.Ramón Tamames calificó esta sección de «cajón de sastre», lleno de gastos imprecisos, que en un presupuesto bien hecho casi no debería existir. Juzgó especialmente excesivo el capítulo de imprevistos, que suman 27.000 millones, y señaló la existencia de enormes bolsas de dinero que no se sabe dónde van.

Así, señaló como «cuentas del Gran Capitán» gastos tales como quinientos millones para la construcción de la sede de los ministerios de Industria y Comercio, que ya está realizada; 440 millones para la ampliación del Congreso, y 1.300 millones para las sedes del Tribunal Cosntitucional y el Consejo General del Poder Judicial. En opinión de Tamames todo esto son lujos superfluos en tiempos de crisis.

Juan Rovira, por UCD, replicó que esta sección existe en todos los presupuestos porque siempre hay imprevistos que hay que tener en cuenta. Respecto a los edificios citados, dijo que son necesarios para que funcionen tales instituciones. A su vez, Ramón Tamames pidió que se explique claramente el destino de mil millones de pesetas dedicados a cooperación con Guinea Ecuatorial, «porque ya se empieza a hablar de que aquello, con todos los respetos, es una merienda de negros, aunque yo empiezo a sospechar que es una merienda de blancos».

De nuevo, Juan Rovira tomó la palabra y explicó que los bienes sindicales están en manos del Estado, «que somos todos». En los bancos de la izquierda se produjeron algunas protestas.