Confianza en la derecha y cierto temor en la izquierda

La derecha española mostró cierta confianza en sus declaraciones, en tanto los partidos de izquierda hacían ver su temor por las repercusiones que la elección de Ronald Reagan pueda tener sobre el panorama político mundial. El Rey Juan Carlos I y el presidente Adolfo Suárez enviaron ayer sendos telegramas de felicitación al que será próximo presidente de Estados Unidos.

«El señor Reagan parece que pone un gran énfasis en la integración de España en las comunidades europeas y en la OTAN, y esto, de ser así, puede ser un actor también positivo en nuestro acercamiento a estas instituciones...

La derecha española mostró cierta confianza en sus declaraciones, en tanto los partidos de izquierda hacían ver su temor por las repercusiones que la elección de Ronald Reagan pueda tener sobre el panorama político mundial. El Rey Juan Carlos I y el presidente Adolfo Suárez enviaron ayer sendos telegramas de felicitación al que será próximo presidente de Estados Unidos.

JOSE PEDRO PEREZ-LLORCA

«El señor Reagan parece que pone un gran énfasis en la integración de España en las comunidades europeas y en la OTAN, y esto, de ser así, puede ser un actor también positivo en nuestro acercamiento a estas instituciones. Como persona individual, pudiera haber tenido, hasta ayer, mis preferencias, pero, a partir de hoy, y como soy ministro de Asuntos Exteriores, creo que el presidente Reagan será un presidente estupendo para las relaciones con España. Yo me tengo que mostrar optimista, porque creo que la necesidad que Estados Unidos sigue teniendo en contar con España como colaboradora política y de contar de alguna manera con las bases, es importante y es una baza que haremos Jugar para obtener las mejores ventajas para España».

Ministro de Asuntos Exteriores

«El valor de la opción entre las distintas personalidades para ocupar la Presidencia de Estados Unidos está, en este momento, y desde hace bastantes años, mediatizada, porque hay un entramado institucional, sobre todo de carácter financiero e industrial, que hace que la figura del presidente cuente menos que la dinámica que imprime a esa política, tanto interna como internacional, de América. Ha triunfado, dentro de lo que son las opciones norteamericanas, la más conservadora. Por tanto, hay un giro a la derecha de la sociedad norteamericana que se va a reflejar sobre todo en las cuestiones socioeconómicas. Con respecto a la política internacional, creo que el triunfo de Reagan significa el triunfo de la b1polarización. Se estaba saliendo de la bipolarización entre las dos grandes potencias, y pienso que casi inexorablemente, teniendo en cuenta la plataforma del propio Reagan, esa bipolarización se va a recrudecer y va a aumentar».

FELIPE GONZALEZ

«Mi primera opinión es que la victoria de Reagan va a complicar realmente la situación mundial. El peligro de una agudización de toda la tensión internacional, de la política de bloques., de la carrera armamentista, se ha agudizado. Y al final de eso, ha aumentado el peligro de una verdadera hecatombe. Los Estados Unidos de América están lejos de Europa, y, piensan estar lejos de cualquier teatro de guerra. Pero los europeos estamos en el centro de la vorágine, en el epicentro del seísmo, si ese seísmo se produjera, y seríamos las primeras víctimas de él. Es más, ante la presencia de Reagan en la Casa Blanca, yo creo que el tema del ingreso de España en la OTAN se hace todavía más inaceptable, porque este nuevo presidente va a intentar utilizar a la organización atlántica como un instrumento para agudizar esa política de tensión».

Secretario general del PSOE

«Mi opinión es favorable, y no me ha sorprendido. Era una predicción difícil, pero estaba convencido, después de viajes reiterados a Washington, de que América quería un cambio. El cambio lo quería hace tiempo. La frustración vino por determinados errores del señor Nixon, que ya había encarnado el deseo de una mayor firmeza en política exterior y un cambio hacia posiciones a la vez conservadoras y reformistas, pero distintas de las que venían ofreciendo los demócratas desde los años treinta. Creo que es la misma crisis que la socialdemocracia tiene en Europa, como se ha visto en los triunfos conservadores en Inglaterra, Francia o Portugal. Es evidente que se quería mayor firmeza en política exterior. Y es firmeza y no dureza, porque, la campaña que se ha hecho dentro y fuera sobre Reagan, diciendo que es un hombre peligroso para la paz mundial, es ajena a la verdad. Lo que les ocurre a los rusos es que esta situación actual les iba muy bien».

SANTIAGO CARRILLO