Enrique Llovet clausuró en Santander el Seminario de Teatro

El autor, adaptador y crítico de teatro Enrique Llovet clausuró, en la mañana del viernes pasado, el curso que, bajo el título de «Ochenta años de teatro», se ha estado celebrando en las semanas pasadas en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo. La conferencia pronunciada, en torno al teatro del posfranquismo, la inició apuntando como una de las peores consecuencias del teatro franquista «la falta de sintonía del gran público con las nuevas formas. Hoy el espectador español», añadió, «se encuentra incómodo, humillado frente a hechos y actos teatrales que le resultan incomprensibles...

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El autor, adaptador y crítico de teatro Enrique Llovet clausuró, en la mañana del viernes pasado, el curso que, bajo el título de «Ochenta años de teatro», se ha estado celebrando en las semanas pasadas en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo. La conferencia pronunciada, en torno al teatro del posfranquismo, la inició apuntando como una de las peores consecuencias del teatro franquista «la falta de sintonía del gran público con las nuevas formas. Hoy el espectador español», añadió, «se encuentra incómodo, humillado frente a hechos y actos teatrales que le resultan incomprensibles ».

Precisó Enrique Llovet, como un elemento positivo introducido por el pluralismo político en la actividad teatral, el principio del quebrantamiento de la unidad teatral. «En cualquier caso», dijo, «lo más rudo, lo más doloroso, lo más visible fue la terrible y patética sorpresa de encontrarnos, a la muerte de Franco, con un vacío cultural muy doloroso». En su opinión, el sueño de una inminente floración teatral, con la desaparición de la censura y la esperada aparición de un teatro de altura, no se ha cumplido. «Nuestro público», señaló el conferenciante, «era el mismo, maltrecho, indiferente o desconcertado por los vacíos culturales anteriores», a lo que se une, según Enrique Llovet, el abandono del teatro de un público politizado que ya no necesita éste ni otros medios de expresión artísticos o culturales, para manifestar sus opiniones o sus adhesiones.

Otro de los elementos analizados por el conferenciante fue el constituido por el hecho de que la mayoría del público que asiste al teatro está situado en la burguesía media, que «se ha encontrado, tras el fin de la dictadura, desorientada en su gusto, pasiva en su consumo, aburrida e incierta en definitiva».

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