Protestas en Gran Bretaña por la "caza de brujas" en el caso del profesor Blunt

Con una denuncia de la «caza de brujas» emprendida contra el historiador de arte Anthony Blunt, confeso espía soviético en Gran Bretaña durante la última guerra mundial, el más importante de los actuales historiadores ingleses, A. J. P. Taylor, ha presentado su dimisión como miembro de la Academia Británica, institución multidisciplinar que acoge a los más valiosos intelectuales del Reino Unido de diversos campos.A. J. P. Taylor se ha solidarizado con Anthony Blunt días después de que éste anunciara su decisión de abandonar la citada Academia Británica, para evitar la tensión que su presencia ...

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Con una denuncia de la «caza de brujas» emprendida contra el historiador de arte Anthony Blunt, confeso espía soviético en Gran Bretaña durante la última guerra mundial, el más importante de los actuales historiadores ingleses, A. J. P. Taylor, ha presentado su dimisión como miembro de la Academia Británica, institución multidisciplinar que acoge a los más valiosos intelectuales del Reino Unido de diversos campos.A. J. P. Taylor se ha solidarizado con Anthony Blunt días después de que éste anunciara su decisión de abandonar la citada Academia Británica, para evitar la tensión que su presencia podía causar entre los restantes miembros. Antes, el pleno de la institución había decidido mantener a Blunt entre los suyos, pero más tarde el presidente, Kenneth Dover, dirigió una carta al historiador de arte sugiriéndole indirectamente que presentara su dimisión.

La decisión de A. J. P. Taylor es coherente con la carrera de este historiador, una figura trascendental en la historiografía británica actual, que une a su capacidad como especialista un gran sentido del humor y de la independencia. En su carta al presidente de la Academia Británica señala que lo que se ha puesto en marcha es una «caza de brujas» porque en el caso de Anthony Blunt se han tenido en cuenta aspectos totalmente ajenos a las cualidades que como académico tenía el profesor purgado.

Anthony Blunt había confesado sus actividades de espía a principios de los años sesenta, pero entonces recibió garantías de inmunidad por parte de las autoridades británicas, que le permitieron seguir como asesor de la reina Isabel II para cuestiones artísticas. El profesor Blunt es un gran especialista en cuestiones relacionadas con arte español, entre otras.

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