Insensibilidad política y angustia fiscal

En recientes declaraciones ante la televisión y en algún periódico, el ministro de Hacienda, señor García Añoveros, ha reconocido imperfecciones y defectos en la aplicación de las normas regulado ras del impuesto sobre la renta, y promete corregir en la próxima ley de Presupuestos estas anoma lías (...)Recordemos una vez más la necesidad de aclarar y perfeccionar los términos de una ley de redacción apresurada, que buscó a toda prisa efectos políticos más que comodidad y certeza para los contribuyentes. (...)

Para evitarse el devolver cantidades, la Administración ha señalado cuotas muy...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En recientes declaraciones ante la televisión y en algún periódico, el ministro de Hacienda, señor García Añoveros, ha reconocido imperfecciones y defectos en la aplicación de las normas regulado ras del impuesto sobre la renta, y promete corregir en la próxima ley de Presupuestos estas anoma lías (...)Recordemos una vez más la necesidad de aclarar y perfeccionar los términos de una ley de redacción apresurada, que buscó a toda prisa efectos políticos más que comodidad y certeza para los contribuyentes. (...)

Para evitarse el devolver cantidades, la Administración ha señalado cuotas muy bajas de retención, con lo que todos los ingresos modestos, los cientos de miles de españoles a los que había que acostumbrar con suavidad a tributar por sus ingresos totales, están este año acongojados por el pago de una cuota que esfiman excesiva y que no pueden afrontar con los ingresos de una mensualidad. No sería mejor y más cómodo para el Tesoro público que, a pesar de posibles devoluciones, la Hacienda pública permitiera generosamente esas retenciones, aun importantes, y si superaran a la cuota de renta las transformara en un crédito fiscal, en que esa suma, incrementada en un 10% al menos, sirviera como anticipo de parte de la cuota del siguiente ejercicio. Al no tener que devolver dinero, Hacienda podría permitirse retenciones importantes, las gentes pagarían su impuesto prácticamente en plazos mensuales, y el sobrante, si lo hubiera, incrementado con un razonable interés, sería un anticipo al Tesoro público, que serviría como crédito fiscal para el siguiente ejercicio impositivo. (...)

¿Y qué decir de los dividendos, que en unos casos pueden ser desgravados en la cuota por el 30% y en otros casos sólo por el 15%? Y esto depende de la conducta seguida por la empresa, no siempre bien conocida por sus accionistas, ni a menudo informados suficientemente. (...)

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

11 de junio

Archivado En