Cartas al director

Debate parlamentario

Tenía razón el señor Abril cuando mantenía que el debate era una trampa contra el Gobierno. ¿Cómo si no puede definirse la actitud socialista al presentar una moción de censura, cuando de lo que se trataba era, simplemente, de un debate para aclarar las posturas de los distintos grupos?La actitud socialista ha demostrado su juego sucio y su falta de ética parlamentaria. ¿Cómo creer, entonces, en un impensable Gobierno socialista ni en la honestidad de que el PSOE hace gala en sus campañas propagandísticas?

No negaremos aquí que la intervención de Felipe González fue espectacular y a...

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Tenía razón el señor Abril cuando mantenía que el debate era una trampa contra el Gobierno. ¿Cómo si no puede definirse la actitud socialista al presentar una moción de censura, cuando de lo que se trataba era, simplemente, de un debate para aclarar las posturas de los distintos grupos?La actitud socialista ha demostrado su juego sucio y su falta de ética parlamentaria. ¿Cómo creer, entonces, en un impensable Gobierno socialista ni en la honestidad de que el PSOE hace gala en sus campañas propagandísticas?

No negaremos aquí que la intervención de Felipe González fue espectacular y admirable, pero tampoco negaremos que su actitud última fue tan oportunista como la que ya adoptó en el congreso de su propio partido, cuando dijo que con él o con nadie. ¿No es eso también el voto del miedo? /

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