Abril: "El Gobierno no aceptará ahora un debate político general en el Parlamento"

El Gobierno no aceptará ahora un debate político en el Parlamento y el presidente Suárez no caerá en la trampa de dar explicaciones públicas sobre el resultado y las consecuencias de las últimas consultas autonómicas en Andalucía, País Vasco y Cataluña, afirmó en la noche del viernes el vicepresidente segundo del Gobierno, Fernando Abril, quien añadió que las reivindicaciones autonómicas de los Gobiernos vasco y catalán deberán ser presentadas ante el Parlamento español, y no a través de un diálogo de Gobierno a Gobierno.

Abril hizo estas declaraciones en una reunión con un grupo de inf...

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El Gobierno no aceptará ahora un debate político en el Parlamento y el presidente Suárez no caerá en la trampa de dar explicaciones públicas sobre el resultado y las consecuencias de las últimas consultas autonómicas en Andalucía, País Vasco y Cataluña, afirmó en la noche del viernes el vicepresidente segundo del Gobierno, Fernando Abril, quien añadió que las reivindicaciones autonómicas de los Gobiernos vasco y catalán deberán ser presentadas ante el Parlamento español, y no a través de un diálogo de Gobierno a Gobierno.

Abril hizo estas declaraciones en una reunión con un grupo de informadores, en la que señaló que, durante las pasadas vacaciones de Semana Santa, no se ha elaborado un plan político determinado o espíritu de Formentor, pero que sí le han servido al presidente Suárez para ordenar ideas y reflexiones ante la nueva situación política que se desprende de las últimas consultas autonómicas. El vicepresidente del Gobierno señaló que la actividad política debe reanimarse en torno a un amplio debate parlamentario sobre la situación económica, centrado en el problema energético, y se declaró partidario del establecimiento de un acuerdo político UCD-PSOE, al estilo de los pactos de la Moncloa, que permita una racionalización del proceso autonómico y un mejor reparto de las responsabilidades políticas y administrativas.El vicepresidente del Gobierno considera que el presidente Suárez no debe, en la actualidad, comparecer ante las cámaras de televisión o aceptar un debate político general en el Parlamento. Abril afirmó que él personalmente aconsejó a Suárez, como, amigo y en diversas ocasiones, que tenga más contactos públicos, pero nunca respondiendo a una expectación como la que se ha creado ahora, a raíz de los resultados de las recientes consultas autonómicas y legislativas de Andalucía, el País Vasco y Cataluña. Eso seria caer en una trampa, dijo Abril, quien, por otra parte, rechazó la idea de un próximo encuentro entre Suárez y Garaikoetxea. El vicepresidente, después de reconocer que esta será una nueva política, añadió que desde ahora no puede establecerse un diálogo de pactos entre el Gobierno central y los de Cataluña y el País Vasco, y señaló que toda nueva reivindicación autonómica deberá pasar por el Parlamento español. Otra cosa, dijo, serán conversaciones informales a nivel de partidos o de parlamentarios que permitan allanar el terreno de unos debates que deben llegar al Parlamento.

El problema autonómico constituye la primera preocupación del Gobierno, según Abril, quien anunció que, en las próximas semanas, habrá una pequeña remodelación del Gabinete, que reforzará el sector autonómico y que podría rozar otras carteras si hubiera algún corrimiento de puestos en el Gobierno.

Sobre el tema autonómico, Abril declaró que todos los procesos pendientes deberán caminar, desde ahora, a través del articulo 143 de la Constitución y no por el 151. El Gobierno buscará una homologación de todos los procesos en su calendario y su contenido político y pedirá aquí una clara colaboración del PSOE, que, a juicio del vicepresidente, mantiene ahora una actitud de oposición radicalizada más temporal que definitiva. Subrayó la idea de que la homologación de los calendarios autonómicos servirá para primar a los partidos de ámbito estatal, que podrán hacer coincidir sus campañas generales con las autonómicas. Finalmente señaló sobre este tema qué el resultado del referéndum andaluz es irreversible.

En relación con la situación económica que Abril desea llevar al Parlamento, el vicepresidente del Gobierno señaló que las perspectivas de crecimiento económico no superarán en los próximos años fácilmente el 2%.

Añadió que, a finales de año, el déficit de la balanza de pagos española podrá alcanzar los 3.500 millones de dólares, dada la elevada factura del petróleo, pero comentó que España podrá encontrar con facilidad una refinanciación de su deuda exterior, gracias a sus reservas monetarias, situadas en unos 15.000 millones de dólares, a las que se les podría añadir las de oro, si se decide cotizarlas al igual que hace el Gobierno francés. Añadió que la depreciación de la peseta facilitará las exportaciones y, por ello, la actividad económica y el empleo, y situó entre un 15% y un 16% la tasa de inflación para el año en curso. Abril no prevé un próximo reajuste de su equipo económico.

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El vicepresidente, después de definir a la comisión permanente del comité ejecutivo de UCD, como un grupo de trabajo en familia, donde se puede jugar de tacón, discutir con facilidad y donde no se toman decisiones, sino que se discute un índice de temas, comentó el debate surgido en tomo a la Televisión Española. Abril dijo que Fernando Arias-Salgado no cesará en el puesto de director general mientras no sean sobreseídas las querellas presentadas contra él. Añadió que la TVE es ingobernable, que, por supuesto, en ella hay corrupción, que el Gobierno no se planteará el tema de la televisión privada en dos o tres años y que lo importante ahora es nombrar su consejo.

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