Víctor Marín y la Orquesta de Cámara
El Piccolo Concerto es obra de la juventud de Bernaola. Trazado en Madrid, fue ultimado en Roma el ano 1959. Cuando acabamos de escuchar la Sinfonía II o Juegos, página en la q'ue el talento y el saber del compositor alcanzan una espléndida madurez, la reaparición del Concerto, con las influencias de Strawinsky, Bartok y otros autores, pero con la fresca impronta de una inteligencia y un instinto musicales inequívocos, es una emocionada forma de homenaje. El que ha rendido la Orquesta de Cámara Española y Víctor Martín a Carmelo Bernaola a través de una versión virtuosisti...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El Piccolo Concerto es obra de la juventud de Bernaola. Trazado en Madrid, fue ultimado en Roma el ano 1959. Cuando acabamos de escuchar la Sinfonía II o Juegos, página en la q'ue el talento y el saber del compositor alcanzan una espléndida madurez, la reaparición del Concerto, con las influencias de Strawinsky, Bartok y otros autores, pero con la fresca impronta de una inteligencia y un instinto musicales inequívocos, es una emocionada forma de homenaje. El que ha rendido la Orquesta de Cámara Española y Víctor Martín a Carmelo Bernaola a través de una versión virtuosistica y plena de vitalidad, de unos pqntagramas lejanos y bellos.Todo el programa del último martes estaba dedicado a España, ya que la única obra de autor extranjero fue la Música nocturna de Madrid, de Luigi Bocherini.
Ciclo de Música de Cámara y Polifonía Orquesta de Cámara Española
Directory solista: Víctor Martín. Clavecinista: Francisco Corostola. Obras de Soler, Bocherini, Toldrá y Bernaola. Teatro ReaL 25 de marzo.
Francisco Corostola, al clave, tocó limpia y calibradamente la parte principal del tercer quinteto de Soler, y la sesión se cerró, en clima de éxito, con las poéticas Vistas al mar, de Eduardo Toldrá, ref inadas transmigraciones de poemas de Maragall.