UCD impide a la izquierda reforzar los derechos de los alumnos

Las últimas enmiendas de la izquierda al articulado del Estatuto de Centros Escolares fueron cayendo durante la tarde de ayer, mientras la llegada de nuevos diputados centristas y de las minorías que le apoyan en esta ley era denunciada por el marcador electrónico y creaba expectación en la Cámara sobre el resultado de la votación final. Entre las propuestas socialistas y comunistas rechazadas destacan los criterios socioeconómicos para la admisión de alumnos; el derecho de asociación de éstos y la prohibición a ser obligados por el centro a aceptar una determinada ideología.UCD propuso en el ...

Las últimas enmiendas de la izquierda al articulado del Estatuto de Centros Escolares fueron cayendo durante la tarde de ayer, mientras la llegada de nuevos diputados centristas y de las minorías que le apoyan en esta ley era denunciada por el marcador electrónico y creaba expectación en la Cámara sobre el resultado de la votación final. Entre las propuestas socialistas y comunistas rechazadas destacan los criterios socioeconómicos para la admisión de alumnos; el derecho de asociación de éstos y la prohibición a ser obligados por el centro a aceptar una determinada ideología.UCD propuso en el artículo 35 que entre los criterios de admisión figuren, en lugar de los precedentes familiares de escolaridad, los «precedentes de escolarización de hermanos en el mismo centro». Se rechazó, en cambio, la propuesta socialista sobre situación socioeconómica y proximidad domiciliaria al centro. Asimismo, la propuesta comunista, encaminada a reforzar la participación de los alumnos en el centro, fue también rechazada.

El alumnado no podrá asociarse

No prosperó el intento socialista de que los alumnos puedan asociarse, con arreglo a lo que reglamentariamente se determine. Miguel Herrero contestó que el derecho constitucional de asociación está reservado a los mayores de edad.

Junto a otras propuestas de la izquierda sobre educación sexual y en materia de drogas, fue rechazada la enmienda socialista por la que se pretendía introducir, tras la mención al derecho de los alumnos a que se respete su conciencia cívica, moral y religiosa de acuerdo con la Constitución, el siguiente texto: «Ningún alumno podrá ser obligado por el centro a aceptar una determinada ideología.»

La socialista Marta Mata pidió la participación de los afectados en la ordenación general de la enseñanza, pero Miguel Herrero se opuso, por entender que la democracia queda asegurada mediante las elecciones y el Parlamento resultante, encargado de hacer las leyes. El intento de la diputada fue calificado por Miguel Herrero de corporativismo. Más tarde, fue aceptada, en cambio, una propuesta de la Minoría Catalana, por la que se prevé la participación de los alumnos pertenecientes a las secciones nocturnas en la vida de los centros. La razón aducida fue que la edad de estos alumnos permite su participación.

La última modificación introducida fue la alusión, en la disposición transitoria cuarta, al COU «o a la enseñanza que lo sustituya». El dictamen decía: «en tanto éste subsista. »