CATALUÑA

El alcalde de Badalona amenaza con embargar la residencia sanitaria

Hoy finaliza el plazo dado por el Ayuntamiento de la ciudad de Badalona (Barcelona) para el inicio de negociaciones entre el Ministerio de Sanidad y el citado Ayuntamiento sobre el futuro de la residencia sanitaria, actualmente en construcción. En el caso de no iniciarse las negociaciones, el alcalde de Badalona, el comunista Mario Díaz, ha manifestado estar dispuesto a embargar el complejo en construcción, paralizando las obras.El Ayuntamiento de Badalona cedió, en 1974, unos terrenos al Instituto Nacional de Previsión (INP) -veinte hectáreas, valoradas en más de setenta millones de pesetas- ...

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Hoy finaliza el plazo dado por el Ayuntamiento de la ciudad de Badalona (Barcelona) para el inicio de negociaciones entre el Ministerio de Sanidad y el citado Ayuntamiento sobre el futuro de la residencia sanitaria, actualmente en construcción. En el caso de no iniciarse las negociaciones, el alcalde de Badalona, el comunista Mario Díaz, ha manifestado estar dispuesto a embargar el complejo en construcción, paralizando las obras.El Ayuntamiento de Badalona cedió, en 1974, unos terrenos al Instituto Nacional de Previsión (INP) -veinte hectáreas, valoradas en más de setenta millones de pesetas- bajo la promesa de que el INP construiría en ellos una residencia sanitaria, con capacidad para 2.300 camas, en el plazo de cinco años.

El citado plazo ha sido rebasado, «y lo que es peor», dice el informe municipal, «parece que ha abandonado las obras ».

Por todo ello, el Ayuntamiento interpreta que ha habido un incumplimiento de contrato que da lugar «a la revisión automática, a favor del Ayuntamiento, de los terrenos cedidos, junto a las construcciones que se han hecho».

Ahora, el Ayuntamiento está dispuesto a negociar una renovación del acuerdo con el INP sobre la base de que el Ministerio de Sanidad, o el departamento a que corresponda, se comprometa a construir las obras de acceso a la residencia -actualmente el acceso es a través de una defectuosa vía-, a depurar las aguas y residuos que pueda producir el centro sanitario una vez en funcionamiento, y a que la contratación del personal no médico sea con personas procedentes del seguro de desempleo de Badalona.

De no acceder a negociar estas peticiones, el Ayuntamiento podría utilízar la residencia en construcción -actualmente con un valor cercano a los 2.800 millones de pesetas- para ubicar las nuevas dependencias municipales o convertirla en escuelas.

El pasado lunes, el ministro de Sanidad, Juan Rovira, visitó las obras de la citada residencia. La visita no fue anunciada al alcalde de Badalona, a pesar de lo cual éste se presentó en la residencia cuando el ministro realizaba la visita.

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«Curiosamente, el ministro dijo que sí a todo, mientras que un mes antes me había dicho que no», explica el alcalde, Mario Díaz, «lo cual resulta incomprensible. He sacado una impresión muy negativa. Creo que Rovira Tarazona hizo un acto puramente electoralista y sabemos, por experiencia, que este tipo de promesas se olvidan seis meses después de la campaña electoral.»

El alcalde de Badalona exige un acuerdo escrito sobre las bases que deben regular la renovación del contrato. «Parece», señaló a este diario, «que olvidan que desde hace días la residencia ha pasado a ser automáticamente propiedad del Ayuntamiento. Escribimos al director general de Insalud -organismo que debe entender el caso después de la reforma de la Seguridad Social- y mañana (hoy para el lector) finaliza el plazo para que venga a negociar, sin que tengamos noticias de que ello se producirá realmente.»

La historia de la residencia sanitaria de Badalona tiene otro aspecto que, aunque marginal, lo hace también noticiable. Es la manera en que se adquirieron los terrenos después cedidos al INP, así como las condiciones en que se realizó esta cesión. Los terrenos ofrecidos al INP por el Ayuntamiento que presidía el alcalde franquista Felipe Antoja Vigo fueron comprados a Inusa (Instalaciones Urbanísticas, SA), cuyo accionista mayoritario es el industrial badalonés Santiago Schilt Blanc, y el resto del consejo de administración está formado por miembros de su familia o personal de sus empresas.

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