Desacuerdo entre los estudiantes islámicos y el Gobierno iraní

Por primera vez desde el ataque de la embajada de EE UU en Teherán y a los 54 días de la toma de los rehenes norteamericanos, la postura de los estudiantes islámicos secuestradores comienza a debilitarse aparentemente.Los «estudiantes, que siguen la línea del imán Jomeini», como se suelen autodenominar, hasta ahora considerados como la vanguardia de la revolución islámica en su lucha contra el imperialismo, están siendo atacados en dos frentes a la vez. La «armonía» de sus relaciones con las autoridades ha sido cuestionada, al tiempo que la inmunidad de facto de la que gozaban ante las ...

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Por primera vez desde el ataque de la embajada de EE UU en Teherán y a los 54 días de la toma de los rehenes norteamericanos, la postura de los estudiantes islámicos secuestradores comienza a debilitarse aparentemente.Los «estudiantes, que siguen la línea del imán Jomeini», como se suelen autodenominar, hasta ahora considerados como la vanguardia de la revolución islámica en su lucha contra el imperialismo, están siendo atacados en dos frentes a la vez. La «armonía» de sus relaciones con las autoridades ha sido cuestionada, al tiempo que la inmunidad de facto de la que gozaban ante las personalidades que atacaban con la publicación de documentos sacados de los archivos de la embajada parece resquebrajarse.

En menos de veinticuatro horas, el ministro de Asuntos Exteriores, Sadegh Ghotbzadeh, reconoció públicamente que no habían existido nunca una «armonía total» entre los estudiantes y las autoridades iraníes. Al mismo tiempo, el responsable de la diplomacia iraní reafirmaba su protagonismo.

Por otra parte, los «estudiantes islámicos» pueden ser juzgados por haber hecho públicos «documentos» que vinculan el Movimiento de Liberación de Irán, fundado por Mehdi Bazargan, con la CIA. El ex primer ministro y dos ex ministros de Justicia se han querellado contra los estudiantes.

Esta «metedura de pata» de los estudiantes fue discutida, el miércoles por la noche por el Consejo de la Revolución, que decidió «designar a una personalidad encargada de las relaciones entre el Consejo y los estudiantes, con objeto de asegurar una mejor coordinación». Esta medida ha sido interpretada por los observadores como un intento de las autoridades iraníes de controlar a los estudiantes islámicos, cuyo comportamiento ha perjudicado la aplicación de algunas medidas destinadas a mejorar las relaciones EE UU-Irán.

Por otra parte, las dudas sobre la desaparición de siete rehenes se han desvanecido, al declarar los estudiantes islámicos que siete norteamericanos secuestrados en la embajada habían rehusado participar en los oficios religiosos de la Nochebuena. El Gobierno iraní confirmó ayer la cifra de cincuenta rehenes, que coincide con la del Departamento de Estado norteamericano.

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