Tribuna:

Aranguren: una lectura vitalista de Max Weber

El profesor José Luis Aranguren pronunció una conferencia sobre Política y ética en Max Weber, dentro del ciclo que sobre este pensador se desarrolló en el Instituto Alemán. La política, afirmó el profesor Aranguren, es un sistema de fuerzas en equilibrio al que denominamos poder. El problema que se plantea Max Weber es la razón por la cual se obedece a la voluntad poderosa, lo que exige una legitimación del poder sobre la que está basada la autoridad.Para Max Weber hay tres clases de legitimación: la carismática, que, según interpretación del profesor Aranguren, proviene de un concepto...

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El profesor José Luis Aranguren pronunció una conferencia sobre Política y ética en Max Weber, dentro del ciclo que sobre este pensador se desarrolló en el Instituto Alemán. La política, afirmó el profesor Aranguren, es un sistema de fuerzas en equilibrio al que denominamos poder. El problema que se plantea Max Weber es la razón por la cual se obedece a la voluntad poderosa, lo que exige una legitimación del poder sobre la que está basada la autoridad.Para Max Weber hay tres clases de legitimación: la carismática, que, según interpretación del profesor Aranguren, proviene de un concepto teológico católico, o sea, de una gracia dada por Dios a determinados hombres; la tradicional, que es institucionalización dinástica del carisma, y la legal, que corresponde a la racionalidad y universalidad burguesa de la ley.

Luego, el conferenciante se ocupó de quienes organizan la legitimación ideológica del régimen legal establecido. En este sentido recordó la definición de Gramsci, para quien los intelectuales son los legitimadores improductivos que sirven al poder legal, pues crean ideas que hacen atractiva la sociedad establecida.

Más tarde, el profesor Aranguren entró de lleno en el eje de su exposición: las relaciones entre la ética y la política. Max Weber formuló una teoría de la acción social, según la cual el hombre es un ser activo, con fines propios que dan al mundo un sentido. Por esta razón, el profesor Aranguren estimó que la interpretación funcionalista que se le ha dado al pensamiento de Weber, en Estados Unidos, es completamente falsa. A este respecto, Alfred Schulz desarrolló en su Fenomenología esta idea del sentido de Weber. ¿Cabe una acción moral dentro de una racionalidad legal? Weber rechazó tanto una ética de buenas intenciones como una ética incondicionada de imperativos categóricos. También condena una ética pragmática, basada en la virtud de los resultados obtenidos. Para Weber, la política es una realidad que no puede responder a las exigencias de la ética. Esta teoría realista de Max Weber no le satisface al profesor Aranguren. Los protagonistas de la acción política son: primero, los intelectuales inorgánicos, que descubren la ilegitimidad del poder y de todo poder, a diferencia de los orgánicos, que piden un nuevo poder revolucionario, sostuvo el profesor Aranguren. Luego, los políticos profesionales, cuyos discursos me,ramente vacíos corresponden a su falta de contacto con la realidad. Las formas hueras de los políticos corresponderían a la decadencia de los partidos mismos, que se han convertido en partidos de cuadros completamente burocratizados. Pero asoma, para el profesor Aranguren, un nuevo tipo de intelectual, creador de utopías y de una poesía política que se enfrentan a las tecnoestructuras.

Por último, el profesor Aranguren nos propuso una lectura de Max Weber opuesta tanto a la racionalización burocrática como a la democracia caudillista, para descubrir un Weber tolstoiano, vitalista, sensual, gozador, pagano. En fin, un pensador más del sentido (Sinn) que de la racionalidad, pues el hombre es el único ser que puede dar sentido a todos sus actos.

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