Crítica:CINE / "LA AMENAZA"

Un maestro del policíaco francés

Henri Savin, hombre de confianza y amante de Dominique Montlaur, decide dejarla por Julie Manet, una mujer más joven. La desesperación lleva a Dominique al suicidio, pero de forma que su muerte parece un asesinato cometido por Julie. Una vez detenida y acusada, Henri crea una minuciosa serie de pruebas que le acusan a él y dejan libre a Julie.Con esta historia llena de fallos y un tanto convencional, Alain Corneau, uno de los pocos directores interesantes del actual cine francés, construye una intriga apasionante basada en la minuciosa y fría descripción de las acciones que realiza el protagon...

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Henri Savin, hombre de confianza y amante de Dominique Montlaur, decide dejarla por Julie Manet, una mujer más joven. La desesperación lleva a Dominique al suicidio, pero de forma que su muerte parece un asesinato cometido por Julie. Una vez detenida y acusada, Henri crea una minuciosa serie de pruebas que le acusan a él y dejan libre a Julie.Con esta historia llena de fallos y un tanto convencional, Alain Corneau, uno de los pocos directores interesantes del actual cine francés, construye una intriga apasionante basada en la minuciosa y fría descripción de las acciones que realiza el protagonista para lograr su objetivo. A una primera parte un tanto farragosa, sigue una segunda, desarrollada en Canadá y prácticamente sin diálogo, que demuestra la habilidad con que Corneau maneja los elementos que tiene.

La amenaza (Le menace)

Dirección: Alain Corneau. Guión: Alain Corneau, Daniel Boulanger. Fotografía: Pierre William Glenn. Intérpretes: Yves Montand, Marie Dubois, Carole Laure. Francia-Canadá, 1977. Local de estreno: El Españoleto.

Menos lograda que Police Python 357 (1975) y Série noire (1979), que representó a Francia en el pasado Festival de Cannes, La amenaza, como France, SA (1973), su primera película, se sitúan en un terreno intermedio, aquélla por una evidente falta de medios y ésta por la excesiva convencionalidad del triángulo en que se apoya su argumento. Pero todas juntas sitúan a Corneau como el mejor realizador francés de películas policíacas desde la desaparición de Melville.

Lástima que por el poco favor de público que en la actualidad goza en nuestro país el cine francés, por haberse estrenado sin apenas publicidad y en un local alejado del centro, esta interesante película va a pasar inadvertida y, frente al éxito que tuvo en Francia, sólo va a ser vista por una mínima parte de los múltiples aficionados.

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