Libro de memorias del coreógrafo Maurice Bejart
El bailarín y coreógrafo Maurice Bejart, considerado como uno de los máximos exponentes del actual ballet vanguardista, acaba de publicar sus memorias, agrupadas bajo el título Un instante en la vida del prójimo. Desde hace veinte años, Bejart dirige en Bruselas el Ballet del Siglo XX, considerado como uno de los más importantes del mundo, no sólo por sus realizaciones, sino también por la escuela de danza que él se ha creado.
El libro no es propiamente un anecdotario biográfico de la vida del artista, sino más bien una serie de reflexiones, un cúmulo de ideas y pensamientos que el auto...
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El bailarín y coreógrafo Maurice Bejart, considerado como uno de los máximos exponentes del actual ballet vanguardista, acaba de publicar sus memorias, agrupadas bajo el título Un instante en la vida del prójimo. Desde hace veinte años, Bejart dirige en Bruselas el Ballet del Siglo XX, considerado como uno de los más importantes del mundo, no sólo por sus realizaciones, sino también por la escuela de danza que él se ha creado.
El libro no es propiamente un anecdotario biográfico de la vida del artista, sino más bien una serie de reflexiones, un cúmulo de ideas y pensamientos que el autor hace desde el presente sobre los momentos más destacados de su vida, como son aquellos en los que aprendió a bailar con Rousonne, su paso por la ópera de Estocolmo, su admiración por Wagner, Strawinsky o Boulez, sus disputas con Salvador Dalí y su entrega vocacional a la filosofía y a la música del Extremo Oriente.En el prólogo del libro, el propio autor habla de la influencia, a la hora de escribir esta obra, de su amigo el escritor François Meyergans. Pero la posibilidad de esta influencia no es compartida por los críticos literarios europeos.
En la actualidad, Maurice Bejart ocupa su tiempo en la creación de nuevos programas que va a estrenar con el Ballet del Siglo XX, con sede en el Teatro Real de la Moneda, de Bruselas, las giras por todo el mundo y la dirección de la escuela de Ballet. Además está preparando la escuela de danza y teatro que se abrirá en París en 1981.
El artista intentará compatibilizar las dos ocupaciones, aunque desde este mismo curso parte de la dirección de la escuela de danza de Bruselas la asumirá por uno de los principales bailarines, Micha van Hoecke.