Luis G. Berlanga: "El archivo de No-Do debe pasar a la Filmoteca"

Hoy se debate el tema en el Congreso

«El organismo autónomo No-Do quedará extinguido, integrándose a todos los efectos en el ente público RTVE», según la disposición transitoria cuarta del Estatuto de la Radio y la Televisión, que se debate hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados. Sin embargo, desde hace dos años y medio se discute la conveniencia o no de que los archivos de No-Do pasen también a RTVE o a la Filmoteca Nacional, que custodia un fondo de 8.000 películas de cine, casi todo el cine español desde 1964 en adelante y que tiene previsto, a corto plazo, abrir un museo del cine. Luis G. Berlanga, presidente de la Fil...

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«El organismo autónomo No-Do quedará extinguido, integrándose a todos los efectos en el ente público RTVE», según la disposición transitoria cuarta del Estatuto de la Radio y la Televisión, que se debate hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados. Sin embargo, desde hace dos años y medio se discute la conveniencia o no de que los archivos de No-Do pasen también a RTVE o a la Filmoteca Nacional, que custodia un fondo de 8.000 películas de cine, casi todo el cine español desde 1964 en adelante y que tiene previsto, a corto plazo, abrir un museo del cine. Luis G. Berlanga, presidente de la Filmoteca, en conversación con Pérez Ornia, hace un llamamiento a la reflexión para salvar los archivos de No-Do, documentos filmados que contienen gran parte de la historia de España en lo que va de siglo.

«La Filmoteca y No-Do ya no son el enemigo de casa. Nosotros estamos luchando por ese archivo desde finales de 1977», dice Luis G. Berlanga, «y en la solución de este problema intervienen, a mi juicio, tres fuerzas, aparte de las secretas y turbias de siempre: la actuación un tanto equivocada de los representantes de las centrales sindicales de No-Do, cierta negligencia de la Dirección General de Cinematografía, de la que asumo la parte alícuota que me corresponde como presidente de la Filmoteca, y ese temor reverencial que existe en este país ante la televisión. La televisión tiene, en este momento, una prepotencia a la que yo no estoy dispuesto a someterme.»A principios de 1978 se planteó la creación de un Centro Nacional de Cinematografía en el que se integrarían Filmoteca, No-Do, Uniespaña y una nueva escuela de cine. «No-Do, según este proyecto, se configuraba como un productor de cortometrajes al servicio de los profesionales de la industria, y Filmoteca recibía todos sus archivos. El proyecto se fue abajo por las protestas de los trabajadores de No-Do, cursadas por telegrama y que lo consideraban un proyecto imperialista. Se invocó también entonces la necesidad de esperar la ley del Cine, pero todos sabíamos que esa ley tardaría todavía tres o cuatro años en salir y, mientras tanto, vendría toda una serie de accidentes irreversibles para el cine español.» Berlanga cita, entre otros, la grave crisis económica de la industria, el paro que condena a los profesionales a hacer cine mental, ya que es imposible rodar con celuloide.

«Hubo después un largo periodo de silencios. Yo comprendo que las aspiraciones de los trabajadores de No-Do a integrarse en RTVE son justas. De hecho las dos direcciones generales, la de Cinematografía y la de RTVE, llegaron a un acuerdo verbal que se reflejó en un borrador de orden ministerial que nunca vería la luz: No-Do pasaba a RTVE, pero el archivo, a Filmoteca, aunque siempre a disposición de TVE. Se nombró entonces una comisión integrada por Rafael Julián, entonces director en funciones de No-Do, López Clemente y Jorge Palacios, en representación de No-Do; Carmelo Romero y yo, en representación de la Dirección General de Cinematografía. Tuvimos una sola reunión. Los profesionales de No-Do estaban de acuerdo en que los archivos se depositaran en la Filmoteca, pero antes de la reunión se había celebrado una asamblea de trabajadores de No-Do, en la que se acordó que el archivo era su tesoro y que no dejarían sacarlo hasta que no se llegase a un acuerdo con TVE sobre sus condiciones laborales. La Dirección General de Cine consideró estos hechos como un chantaje absurdo, porque el archivo no es propiedad de los trabajadores de No-Do, ni de los de TVE, ni de nosotros, ni de nadie. Es patrimonio de todo el pueblo español, nadie puede manipularlo ni sentirse propietario de él y debe ser depositado donde mejor se cumplan las finalidades de conservación e investigación.»

Archivo Nacional del Filme

El presidente de la Filmoteca cree, sin embargo, que esta sección de la Dirección General de Cinematografía no es el destinatario último de los archivos: «Yo pienso que es necesario crear un Archivo Nacional del Filme, desglosado de la Filmoteca, y como organismo autónomo, pero mientras tanto deberían pasar a la Filmoteca.»El hecho es que las gestiones volvieron a romperse cuando fue cesado José García Moreno. El nuevo director general de Cinematografía, Luis Escobar, prosigue en el esfuerzo por recuperar esos archivos para esta Dirección General, «pero somos muy pesimistas al respecto», añade el señor Berlanga, quien apela a su experiencia personal para que los archivos no corran el peligro de perderse en TVE. «El material que yo presté a TVE, trozos de mis películas, en ocasión por ejemplo de la muerte de Isbert, nunca me ha sido devuelto. Desapareció. En TVE tendrán mucho entusiasmo, pero sus archivos o no son operativos o no están organizados. Y ahora tenemos el caso de Canarias.»

El «caso» de Canarias lo explica Florentino Soria, director de la Filmoteca, quien se suma a la conversación: «Antonio Cabrera, delegado del Ministerio de Cultura en Canarias llamó a sus superiores para comunicarles que había recibido órdenes de No-Do-TVE, para que se deshiciese de algunos nodos. Al delegado debió parecerle una barbaridad y por eso lo comunicó a la Dirección General de Cinematografía, que dio órdenes para que fuesen enviados a la Filmoteca. Suponemos que aquellos nodos eran copias. Pero esta anécdota del pasado mes de julio nos hace temer que haya podido desaparecer mucho material. Sabemos que hay particulares que tienen copias rescatadas del cesto de la basura. Esto puede demostrar que no les interesa conservarlo, porque no ven en ello utilidad alguna.»

Los señores Berlanga y Soria, conscientes de que nunca será posible recuperar todo el material de la historia del cine español -gran parte destruido en los incendios de laboratorios como Madrid Filins o Arroyo-, quieren hacer un llamamiento a todas las personas que dispongan de documentos cinematográficos: «Nos gustará que todos los que posean material antiguo nos lo comuniquen para poder comprarlo. Acabamos de adquirir de unos coleccionistas catalanes, no decimos los nombres por si acaso la contraoferta de un emericano o de una multinacional, aparatos precinematográficos y de la primera etapa del cine, películas antiguas, posters, etcétera, que serán el inicio de un próximo museo del cine. Un museo que Luis Berlanga y Florentino Soria consideran que será tan importante como el de Turín, el mejor de Europa.»

El pasado 18 de septiembre, la Asociación de Defensa Ecológica y del Patrimonio Histórico-Artístico (Adelpha) difundió un comunicado por el que pedía el pase de los archivos de No-Do, calificados como «el fondo histórico-cinematográfico más importante de España», a la Filmoteca Nacional y que esta sección se convierta en organismo autónomo.

Luis G. Berlanga se reunió estos últimos días con los portavoces de los grupos parlamentarios ante la Comisión de Cultura del Congreso, y de cara al pleno que debatirá hoy el estatuto de RTVE. Todos los grupos se manifestaron favorables a que los archivos de No-Do pasen a la Filmoteca. Antonio de Senillosa, por Coalición Democrática, elevó a la Mesa del Congreso una serie de preguntas al Gobierno sobre el futuro de los archivos de No-Do y después de considerar que «en orden a la conservación y mejor aprovechamiento de nuestro patrimonio cultural es conveniente trasladar los archivos a Filmoteca Nacional». Pedro Bofill, por el PSOE, manifestó también a EL PAÍS la opinión favorable de su grupo a que los archivos pasen a la Filmoteca, por considerar sus instalaciones como las «más adecuadas para la conservación de este material». El señor Bofill añadió que se está considerando la creación de un centro de la cinematografía similar al que existe en otros países europeos para la investigación y archivo. Pilar Brabo, por el PCE, manifestó que su grupo era favorable a esta medida, sin perjuicio de que TVE pueda disponer de esos archivos. Por otra parte, fuentes de UCD manifestaron a Efe que todos los grupos están de acuerdo sobre la necesidad de encontrar una solución al problema, bien mediante una orden ministerial que regule el paso de los archivos a la Filmoteca, bien introduciendo una modificación en la disposición transitoria cuarta, que dispone la extinción de No-Do y su integración en TVE.

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