Crítica:CINE

Revoltijo seudoprogresista

Durante sus años de unión sentimental, la pareja Redgrave-Nero perpetró dos tipos de películas muy diferentes: las anglosajonas en que ella exigía, como cláusula fundamental de su contrato, que él fuese su pareja, lo que hizo que Nero alcanzase papeles tan fuera de sus posibilidades como en Camelot (Joshua Logan, 1967), y las italianas en que un productor astuto aprovechaba su amistad con él para hacer una película con ambos, lo que dio lugar a que ella encarnase personajes tan ajenos como el de sucia y gritona italiana que hace aquí.Este conato de fábula donde un gtupo de marginados se...

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Durante sus años de unión sentimental, la pareja Redgrave-Nero perpetró dos tipos de películas muy diferentes: las anglosajonas en que ella exigía, como cláusula fundamental de su contrato, que él fuese su pareja, lo que hizo que Nero alcanzase papeles tan fuera de sus posibilidades como en Camelot (Joshua Logan, 1967), y las italianas en que un productor astuto aprovechaba su amistad con él para hacer una película con ambos, lo que dio lugar a que ella encarnase personajes tan ajenos como el de sucia y gritona italiana que hace aquí.Este conato de fábula donde un gtupo de marginados se enfrenta simbólicamente a los más tópicos tabúes políticos establecidos, mal rodada en 16 mm, sin habilidad y sin dinero, más que el peor de los trabajos de Tinto Brass parece el resultado de las vacaciones de un grupo aficionado.

La vacación (La vacanza) Director, guionirtay, montador: Tinto Brass

Intérpretes: Vanessa Redgrave, Franco Nero, Leopoldo Trieste.Italia, 1972. Local de estreno: Rosales.

Tras una primera etapa de su carrera donde se agrupan documentales de largometraje, comedias a la italiana con Sordi, espagueti-western rodados en España, Brass alcanza el éxito en Col cuore in gola (1967), que se desarrolla en el mundo de los fotógrafos londinenses puesto de actualidad por Antonioni en Blow-up (1966). Luego hay un paréntesis donde se mezclan desde L'urlo (1970), que cuenta una historia eróticahecha a la medida de la nueva apertura censora italiana, hasta esta La vacanza, que trata de lograr la máxima modernidad a cualquier precio. Posteriormente tiene gran éxito con Salón Kitty (1974), que explota la moda del nazismo creada por Visconti en La caída de los dioses (1970).

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