La Bañera, nueva revista de literatura

Ediciones Ajoblanco ha emprendido la publicación de una nueva revista literaria, La Bañera, que aparece en Barcelona. El primer número de la misma fue considerado por la empresa editora como un fracaso; en consecuencia, la segunda entrega, a cargo de un nuevo equipo, debe servir, al parecer, como la única referencia válida para entender los propósitos de esta revista, que quiere ser «amena e informativa».Bajo la dirección de Ton¡ Puig, asumen las tareas coordinadoras Alberto Cardín, Lluis Fernández y Federico Jiménez Losantos. Entre los propósitos básicos que recoge el editorial, caben ...

Ediciones Ajoblanco ha emprendido la publicación de una nueva revista literaria, La Bañera, que aparece en Barcelona. El primer número de la misma fue considerado por la empresa editora como un fracaso; en consecuencia, la segunda entrega, a cargo de un nuevo equipo, debe servir, al parecer, como la única referencia válida para entender los propósitos de esta revista, que quiere ser «amena e informativa».Bajo la dirección de Ton¡ Puig, asumen las tareas coordinadoras Alberto Cardín, Lluis Fernández y Federico Jiménez Losantos. Entre los propósitos básicos que recoge el editorial, caben ser destacados aquellos que reflejan las siguientes palabras: «Queremos convertir en literatura todo aquello que toquemos, y queremos, sobre todo, contribuir a dar dignidad literaria al periodismo. Somos, ante todo, periodistas, pero no nuevos periodistas, para echar mano de recursos extraños que, sin entenderlos, creemos que pueden dejar mejor las cosas como estaban. Queremos usar los recursos de siempre -los géneros clásicos, la retórica de siempre-, adecuándolos a la circunstancia de cada momento. Queremos dar información y literatura al mismo tiempo, y tratar como literatura todo aquello que se nos ponga a tiro de pluma. Sí esto es lo que el lector busca, el futuro lo dirá. Nosotros hemos apostado a ello.»

Para afianzar esa apuesta, el número 2 -que es el primero- de La Bañera se abre con una entrevista a Ernesto Giménez Caballero, calificado de «dictador de dictadores». A renglón seguido, una polémica y hasta escandalosa sección, El caso literario, se encarga de vapulear, con mayor o menor fortuna, entre otros muchos a Octavio Paz, Silvestre Codac, Lourdes Ortiz y Juan Goytisolo. Fernando Sánchez Dragó es entrevistado acerca de la locura mágica o del éxito del milenio. Un explosivo comic pornográfico pone en imágenes a Tarzán (la crítica francesa), Marino (joven vanguardista español), y León (la prensa liberal), ruidosamente acompañados por un grupo de negros «berzorrealistas y amantes del 27». Un largo reportaje sobre bodas reales, reseñas abundantes de libros, contactos. cartas, horóscopo y un ránking de títulos editoriales recientes animar las restantes páginas del número; Copi, Jiménez Losantos, Quico Rivas y Biel Mesquida lo completan.