NEGOCIACIÓN DEL ESTATUTO VASCO

Estudiadas las competencias exclusivas de Euskadi y los conciertos económicos

La ponencia que estudia el Estatuto vasco examinó ayer dos temas de especial importancia: la lista de competencias exclusivas de la comunidad autónoma vasca y los conciertos económicos. En ambos casos existió acuerdo entre los delegados de la Asamblea de Parlamentarios Vascos y los miembros de la ponencia de la Comisión Constitucional. Mientras la negociación del Estatuto de Guernica parece avanzar positivamente, crecen los temores de los ponentes catalanes, que han empezado ya a denunciar la posibilidad de que el Gobierno y UCD pretendan acoplar el Estatuto de Sau al molde del Estatuto vasco,...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La ponencia que estudia el Estatuto vasco examinó ayer dos temas de especial importancia: la lista de competencias exclusivas de la comunidad autónoma vasca y los conciertos económicos. En ambos casos existió acuerdo entre los delegados de la Asamblea de Parlamentarios Vascos y los miembros de la ponencia de la Comisión Constitucional. Mientras la negociación del Estatuto de Guernica parece avanzar positivamente, crecen los temores de los ponentes catalanes, que han empezado ya a denunciar la posibilidad de que el Gobierno y UCD pretendan acoplar el Estatuto de Sau al molde del Estatuto vasco, que consideran insuficiente.

Más información

A juicio de los diputados catalanes, la Constitución está abierta a diferenciaciones específicas y sus techos no han sido alcanzados por el Estatuto vasco. En opinión de la izquierda catalana, el presidente Suárez está más preocupado por el hecho de que la izquierda gane las elecciones al Gobierno autonómico catalán que por el contenido abstracto del Estatuto, pero en todo caso entienden que la rebaja del Estatuto vasco pueda ser utilizada como precedente por el Gobierno para la negociación del Estatuto catalán.Veintiuna de las 36 competencias exclusivas de la comunidad autónoma vasca, según el proyecto dé Estatuto, quedaron aprobadas ayer por la ponencia conjunta. Las restantes fueron aparcadas -o demoradas, según la terminología de Emilio Attard-, en su mayor parte por falta de «acuerdo político» sobre ellas. Superado de esta forma parcial el artículo diez del Estatuto de Guernica, la ponencia dedicó la última parte de la sesión al estudio del título relativo a Hacienda y Patrimonio, en donde ya existía un principio de acuerdo en torno a los conciertos económicos y al planteamiento general del título.

La impresión recogida entre los ponentes de los partidos de izquierda fue de decepción ante los textos resultantes en el artículo diez, por estimar que se había producido un uso abusivo de la fórmula de revisión a la Constitución y de otras coletillas, con la consecuencia de crear zonas de ambigüedad, sin que quede claro si la competencia es exclusiva de la comunidad autónoma o del Estado. A título de ejemplo, el comunista Jordi Solé Tura señaló la competencia exclusiva de la comunidad autónoma sobre el «sector público del País Vasco», que se ha transformado en la fórmula «sector público propio del País Vasco en cuanto no esté afectado por otras normas de este Estatuto».

Como puede observarse en los textos aprobados correspondientes al artículo diez -que figuran en estas páginas-, buena parte de las competencias exclusivas que se atribuyen a la comunidad autónoma vasca se remiten al artículo 149 de la Constitución, en el que se establecen las competencias exclusivas del Estado, con lo cual el Estatuto no opta por una u otra exclusividad y los posibles conflictos habrá de resolverlos el Tribunal Constitucional.

El ponente socialista Virgilio Zapatero salió de la reunión, en el descanso de las ocho de la tarde, afirmando: «Están engañando al PNV». Por el contrario, el centrista y ex ministro Alberto Oliart se mostró satisfecho por la marcha de la sesión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El socialista catalán Eduardo Martín Toval manifestó a EL PAIS que, de hecho, había quedado «rebajado el techo de la Constitución». Y el comunista Jordi Solé Tura calificó de «muy deficiente» la redacción dada a los textos estudiados del artículo diez. Añadió que había dado su voto favorable en apoyo de la decisión de la asamblea de parlamentarios vascos, y a pesar de las matizaciones y cautelas de la redacción adoptada.

Archivado En