Representación de "Don Pascuale", de Donizetti, en Valencia

Continúa celebrándose con gran éxito el IX Festival de Opera en Valencia. La ópera puesta en escena en esta ocasión ha sido Don Pascuale, de Gaetano Donizetti.Donizetti fue un compositor de gran versatilidad musical, actividad que compaginó durante algún tiempo con su dedicación al ejército, debido a la oposición paterna, hasta que con su gran éxito con la obra Zoraida de Granada su actividad se orientó por completo al mundo de la música.

En Don Pascuale se mezclan el ingenio y la ternura a partes iguales, dando como resultado una obra con gran encanto. El ya...

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Continúa celebrándose con gran éxito el IX Festival de Opera en Valencia. La ópera puesta en escena en esta ocasión ha sido Don Pascuale, de Gaetano Donizetti.Donizetti fue un compositor de gran versatilidad musical, actividad que compaginó durante algún tiempo con su dedicación al ejército, debido a la oposición paterna, hasta que con su gran éxito con la obra Zoraida de Granada su actividad se orientó por completo al mundo de la música.

En Don Pascuale se mezclan el ingenio y la ternura a partes iguales, dando como resultado una obra con gran encanto. El ya conocido tema de la ópera buffa toma una nueva orientación. El siglo XVIII revive a través de la música, que posee una especial ligereza y gracia en los caracteres individuales, llegando a ser a veces un poco convencional. La caprichosa Norina es un buen ejemplo de ello, constituyendo una buena muestra de lo que debe ser una soprano coloratura. Este papel estuvo desempeñado por la soprano Rossetta Pizzo, que se acercó bastante a los requerimientos del papel, con buenas cualidades técnicas y con algún problema de afinación.

El bajo Alfredo Marlotti, en el papel que da el título a la obra, con buen registro de voz, estuvo acertado, tanto en la parte vocal como en la teatral, desarrollando su papel con soltura y gracia. El tenor Eduardo Giménez, como Ernesto, nos mostró que tiene un bonito timbre de voz, aunque su registro es algo corto. Completaban el reparto Antonio Blancas, como el doctor Malatesta, y Jacobo Ríos Capapé, como el notario, que hizo su cometido con acierto y gracia, abusando, quizá en exceso, de lo grotesco del personaje. La coral Crevillentina y la Orquesta Municipal de Valencia fueron un buen soporte y vehículo de expresión para la dirección de Gerardo Pérez Busquier.

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