Los Coros y Orquesta Gulbenkian
Director: Ezra Rachlin.Solistas: K. Graf, N. Procter, Z. Vandersteene y M. Brodard.
Programa: Requiem, de Mozart, y Salmo, de Mendelssohn.
17, 18 y 19 de marzo.
La visita del Coro y la Orquesta de la Fundación Gulbelkian sirvió para evidenciar, una vez más, las altas calidades de ambas formaciones, de modo particular de la vocal. Debía haber dirigido el tan celebérrimo Corboz, pero un accidente nos privó de su presencia y su labor.
Se encargó del programa, sin modificación alguna, el maestro Ezra Rachlin, norteamericano residente en Londres...
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Director: Ezra Rachlin.Solistas: K. Graf, N. Procter, Z. Vandersteene y M. Brodard.
Programa: Requiem, de Mozart, y Salmo, de Mendelssohn.
17, 18 y 19 de marzo.
La visita del Coro y la Orquesta de la Fundación Gulbelkian sirvió para evidenciar, una vez más, las altas calidades de ambas formaciones, de modo particular de la vocal. Debía haber dirigido el tan celebérrimo Corboz, pero un accidente nos privó de su presencia y su labor.
Se encargó del programa, sin modificación alguna, el maestro Ezra Rachlin, norteamericano residente en Londres, un discípulo de Rainer, cuya carrera se inició mediada la década de los treinta. Posee un oficio seguro y un criterio correcto. Sería injusto juzgar sus versiones como tales, pues pensamos que bastante hizo con salvar el concierto.
No es fácil, por otra parte, el Requiem, . de Mozart, y exige una riqueza de matices que no tuvimos, atento como estaba el maestro a defender el buen orden, la línea de continuidad y la brillantez. Cuanto es válido para Mozart lo es para Mendelssohn. Su Salmo XLII es bello dentro de una tonalidad escasamente cambiante. Entre los solistas destacó el magisterio de la gran Norma Procter. Con ella, el tenor Vandersteene y el bajo Brodard mantuvieron el nivel de calidad, quedando un poco deslucida la soprano Kathrin Graf, a pesar de su seguridad y estimable línea.