Una funcionaria de la OTAN se pasa al Este

Precisamente cuando acaban de empezar las maniobras -militares de la Organización Atlántica, Wintex-cimex, la señora Lorenzen, asistente del director de operaciones de la OTAN, ha elegido pasarse al enemigo. Estos ejercicios que se realizan sólo cada dos años habían sido preparados, entre otras personas, por el director del Centro de Operaciones, Terence Moran (británico), y hasta hace tan sólo una semana el superior inmediato de Ursel Lorenzen.Al parecer durante los doce años de funcionaria internacional de la OTAN, la señora-Lorenzen (alemana de Hamburgo, cuarenta años de edad) había ...

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Precisamente cuando acaban de empezar las maniobras -militares de la Organización Atlántica, Wintex-cimex, la señora Lorenzen, asistente del director de operaciones de la OTAN, ha elegido pasarse al enemigo. Estos ejercicios que se realizan sólo cada dos años habían sido preparados, entre otras personas, por el director del Centro de Operaciones, Terence Moran (británico), y hasta hace tan sólo una semana el superior inmediato de Ursel Lorenzen.Al parecer durante los doce años de funcionaria internacional de la OTAN, la señora-Lorenzen (alemana de Hamburgo, cuarenta años de edad) había sido un ejemplo de eficacia y discreción hasta el punto de pasar por sus manos información de la que se llama «clasificada». La crisis de conciencia de Ursel Lorenzen, según ha hecho saber, la agencia de noticias de Alemania Oriental, ha sido el alcance de las maniobras Wintex-Cimex, que parten del supuesto de una crisis global internacional y el consiguiente ataque nuclear al bloque soviético.

Lo que ya empieza a llamarse «caso Lorenzen» se produce en un mal momento psicológico. Efectivamente, la acusación lanzada en la prensa contra el secretario general de la OTAN, Joseph Luns, adjudicándole una ideología fascistas (entre el año 1933 y el 36), ha sido confirmada en su propio país de origen. Así, el primer ministro holandés, Van Agt, ha declarado ante el Parlamento que conocía los antecedentes de Luns, pero que el caso no valía la pena.

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