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Joaquín Capa.
Sala Celini.
Bárbara de Braganza, 8.
Joaquín Capa expone una serie de grandes dibujos a la tinta china. Pero nada de barridos y esfumaturas, trazos rectos y concisos alineados en perfiles nítidos, jugando sabiamente con el, blanco del papel, según fórmulas tradicionales del aguafuerte, técnica de estampación que Capa aprendió de Wayter en París. Su paso por París se advierte también en cierta vaga evocación de la iconografía de Titus Carmel (papeles rasgados, cuerdas, varillas, trapos ... ), que él interpreta con gran brillantez y...
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Joaquín Capa.
Sala Celini.
Bárbara de Braganza, 8.
Joaquín Capa expone una serie de grandes dibujos a la tinta china. Pero nada de barridos y esfumaturas, trazos rectos y concisos alineados en perfiles nítidos, jugando sabiamente con el, blanco del papel, según fórmulas tradicionales del aguafuerte, técnica de estampación que Capa aprendió de Wayter en París. Su paso por París se advierte también en cierta vaga evocación de la iconografía de Titus Carmel (papeles rasgados, cuerdas, varillas, trapos ... ), que él interpreta con gran brillantez y en un tono más monocorde.