El ser humano se encuentra en el límite máximo de envejecimiento

El promedio de vida más alto del mundo se registra actualmente en Japón, con una esperanza de vida de 78 años para las mujeres y de 74 para el hombre. Es difícil superar este promedio, ya que el ser humano se encuentra cerca de su límite máximo de longevidad que, según los conocimientos actuales, resulta blológicamente imposible aumentar.A esta conclusión han llegado los más destacados especialistas alemanes en gerontología, metabolismo y enfermedades circulatorias, en un congreso recientemente celebrado en la ciudad de Friburgo sobre los procesos de envejecimiento.

Según estos especial...

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El promedio de vida más alto del mundo se registra actualmente en Japón, con una esperanza de vida de 78 años para las mujeres y de 74 para el hombre. Es difícil superar este promedio, ya que el ser humano se encuentra cerca de su límite máximo de longevidad que, según los conocimientos actuales, resulta blológicamente imposible aumentar.A esta conclusión han llegado los más destacados especialistas alemanes en gerontología, metabolismo y enfermedades circulatorias, en un congreso recientemente celebrado en la ciudad de Friburgo sobre los procesos de envejecimiento.

Según estos especialistas, en la actualidad y de acuerdo con el nivel alcanzado por la ciencia, tan sólo es posible reducir los efectos del envejecimiento, pero no alargar la vida. Las estadísticas de que se dispone en el mundo occidental hacen suponer a los médicos que la longevidad máxima se sitúa alrededor de los 120 años. A esta edad el organismo humano se ha gastado prácticamente del todo. El cerebro, según estos mismos médicos, podría resistir un desgaste más largo, de unos 150 años, pero no ocurre lo mismo con los restantes órganos del cuerpo humano.

Según el profesor Wildor Hollmann, especialista en la investigación de fenómenos circulatorios de la Universidad de Colonia, en algunos lugares sería posible reducir el proceso de envejecimiento debido a las condiciones naturales. Por ejemplo, a grandes alturas, donde el contenido del oxígeno de la atmósfera es menor, la vida de las células es más larga y su proceso de reproducción es más lento.

La duración de la vida depende fundamentalmente de este proceso de reproducción. Genéticamente las células humanas están programadas para renovarse hasta cuatro veces. Para las personas normales cada renovación requiere entre quince y treinta años de tiempo.

La escasez de oxígeno, las baja temperaturas y ciertos factores genéticos pueden hacer más lento el proceso de renovación y de hecho prolongar la esperanza de vida.

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