Los pescadores de Lanzarote se niegan a hacerse a la mar

Los pescadores de Lanzarote y Fuerteventura siguen negándose a salir a pescar al banco sahariano en tanto el Gobierno no se comprometa a negociar soluciones pacíficas que eviten otro atentado como el sufrido el pasado martes por el Cruz del Mar. Sin embargo, en Las Palmas ya ha comenzado la vuelta al mar antes de que el Gobierno responda sobre las medidas solicitadas por el comité de enlace, a parte de las ya tomadas de enviar varios buques de guerra protectores a la zona de aguas conflictivas. Entre estas medidas solicitadas, como ya se ha informado, se incluye la de dotar a los pe...

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Los pescadores de Lanzarote y Fuerteventura siguen negándose a salir a pescar al banco sahariano en tanto el Gobierno no se comprometa a negociar soluciones pacíficas que eviten otro atentado como el sufrido el pasado martes por el Cruz del Mar. Sin embargo, en Las Palmas ya ha comenzado la vuelta al mar antes de que el Gobierno responda sobre las medidas solicitadas por el comité de enlace, a parte de las ya tomadas de enviar varios buques de guerra protectores a la zona de aguas conflictivas. Entre estas medidas solicitadas, como ya se ha informado, se incluye la de dotar a los pesqueros de soldados de Marina armados.

Ayer por la mañana se celebró una asamblea de trabajadores en Lanzarote, a la que asistieron unas ochocientas personas, y en la que se decidió no regresar a las zonas de pesca mientras no haya un compromiso gubernamental de buscar soluciones políticas. Las medidas militares las consideran provisionales y no aceptan que vayan soldados a bordo.

El gobernador civil de la provincia, señor Fernández Escandón, salió ayer por la tarde hacia Lanzarote para entrevistarse con los pescadores de estos asuntos.

Por otra parte, los trabajadores de 141 pesqueros congeladores que permanecían en el mar tras el atentado al Cruz del Mar han llevado a cabo una colecta.

A través de una asamblea por telefonía dirigida desde el congelador Urdazún, los trabajadores han acordado aportar cada uno una determinada cantidad de dinero que será ingresado en tierra en la cuenta corriente del Movimiento Eclesiástico Cristiano Apostolado del Mar. La cifra que hasta ahora se estima como recolectada sobrepasa los tres millones de pesetas, según ha manifestado un portavoz de este movimiento a EL PAIS, si bien el ingreso todavía no se ha hecho efectivo.

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