Desarrollo de las sesiones

Hacia las doce de la mañana se iniciaron las sesiones de trabajo en las cinco mesas que tratan simultáneamente los grandes temas que integran el programa de las Jornadas: la mujer y su relación con la cultura, la familia, el trabajo, su participación social y política, y feminismo.El tener que elegir entre una mesa u otra impidió a los asistentes obtener una visión de conjunto pero, por otra parte, al ser los grupos bastante reducidos -de 30 a 40 personas, a lo sumo- se facilitó, teóricamente, el intercambio de opiniones y la participación del público.

Sin embargo, la amplitud y ambigüe...

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Hacia las doce de la mañana se iniciaron las sesiones de trabajo en las cinco mesas que tratan simultáneamente los grandes temas que integran el programa de las Jornadas: la mujer y su relación con la cultura, la familia, el trabajo, su participación social y política, y feminismo.El tener que elegir entre una mesa u otra impidió a los asistentes obtener una visión de conjunto pero, por otra parte, al ser los grupos bastante reducidos -de 30 a 40 personas, a lo sumo- se facilitó, teóricamente, el intercambio de opiniones y la participación del público.

Sin embargo, la amplitud y ambigüedad de los temas planteados, especialmente los de «Mujer y cultura» y «Mujer y participación», flavorecía todo tipo de disgresiónes, más o menos demagógicas e ideologizantes según quien tornara la palabra. La especie de guía de trabajo elaborada por los organizadores de las Jornadas para encauzar los debates no convenía a algunos participantes,y con frecuencia las discusiones se convertían en diálogo de sordos.

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Una de las mesas que mejor funcionó fue la dedicada al trabajo remunerado de la mujer. En ella se expusieron las bases legales de la discriminación que sufre la mujer en el terreno laboral y se trataron problemas específicos como el paro femenino, la necesidd de una formación profesional para mujeres adultas, ventajas e inconvenientes de las leyes proteccionistas, etcétera.

En la mesa que trataba la cuestión de la familia se habló princípalmente de cuestiones jurídicas relativas a la desigualdad de derechos entre hombre y mujer, y en la mesa número cuatro se hizo una relación exhaustiva de los motivos que dificultan la participación de la mujer en la vida social y política.

¿Y todo esto, para qué?, comentaban algunos ponentes al término de las sesiones de la mañana. «La gente viene, pronuncia su discurso de cinco minutos y ya está. Estos no resulta nada operativo ni tiene sentido volver una y otra vez sobre asuntos mil veces tratados. »

Sobre la actuación de ciertos ponentes se hacían también comentarios, al parecer uno de ellos empezó su intervención diciendo: «Yo no entiendo nada de feminismo pero estoy aquí con mi mejor voluntad». Bastante lamentable resultó asimismo la presencia muda de los delegados provinciales.

El Movimiento Democrático de la Mujer (MDM), en un comunicado hecho público a últimas horas de la tarde de ayer, razonó su retirada de la mesa sobre Mujer y feminismo en el transcurso del primer día de sesiones de las Jornadas de la Condición Femenina. Señala el MDM en su nota que su postura fue debida a que «algunos grupos feministas con su postura irresponsable y verbalmente radical, han favorecido los planteamientos de UCD, que tienden a imposibilitar una alternativa real al feminismo».

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