Muere un niño desangrado por falta de asistencia sanitaria

Juan Carlos Sierra Manzano, de seis años, murió el pasado día 26 como consecuencia de una grave pérdida de sangre que no fue atajada en su momento en ninguno de los dos centros sanitarios de Móstoles a los que fue trasladado por su madre. Sebastián Sierra, padre del niño muerto, contó ayer a EL PAIS la historia, aunque él llegó a Madrid dos horas después de morir su hijo, ya que trabajaba en Avila como soldador.

«Hacia las cinco de la tarde del día 26, según me ha contado mi mujer, el niño salió del colegio como todos los días. Llegó a casa, donde se encontraba su madre y una hermana de...

Juan Carlos Sierra Manzano, de seis años, murió el pasado día 26 como consecuencia de una grave pérdida de sangre que no fue atajada en su momento en ninguno de los dos centros sanitarios de Móstoles a los que fue trasladado por su madre. Sebastián Sierra, padre del niño muerto, contó ayer a EL PAIS la historia, aunque él llegó a Madrid dos horas después de morir su hijo, ya que trabajaba en Avila como soldador.

«Hacia las cinco de la tarde del día 26, según me ha contado mi mujer, el niño salió del colegio como todos los días. Llegó a casa, donde se encontraba su madre y una hermana de tres años. Después de merendar se pusieron, el niño y su hermana, a jugar en una terracilla y, en un momento determinado, tropezaron y fueron a caer contra una cristalera que, como es muy endeble, de unos tres milímetros de grosor, se rompió y los niños cayeron sobre ella. A la pequeña, afortunadamente, no le pasó nada, pero Juan Carlos se clavó un cristal en la tripa y se debió cortar alguna vena, porque sangraba muchísimo. Inmediatamente mi mujer cogió al niño y, ayudada por unos vecinos, le trasladaron hasta el puesto de socorro de la Cruz Roja, que no disponía de médicos ni ambulancias en aquel momento. Sólo había dos sanitarios que no quisieron responsabilizarse de la atención al niño». «Como el niño perdía cada vez más aprisa la sangre -continúa el padre- decidieron llevarle al ambulatorio de la Seguridad Social de Móstoles, donde un médico, el único que había, dijo que no podía atender esa herida y que llevaran al niño hasta la clínica de la Concepción. Metieron al niño en una ambulancia y le aplicaron una botella de suero que se terminó a la mitad del camino. Cuando la ambulancia llegó a la clínica y se hicieron cargo de Juan Carlos, ya estaba en estado de coma, y murió poco tiempo después. »

-¿Quiénes acompañaban a su hijo y a su mujer en el viaje desde Móstoles hasta la clínica de la Concepción?

-Según me ha contado mi mujer, iban con ellos el conductor y otra persona que decía ser médico, aunque luego se comprobó que era practicante. Este señor, cuando habló con los médicos de la clínica, les dijo que el niño llevaba media hora en coma y, según mi mujer, que fue al lado del niño durante todo el tiempo, el coma empezó justamente cuando se terminó el suero de la botella, es decir, diez minutos antes de ingresar en la clínica. Los médicos no quisieron operar por si era cierto que el crío estaba en coma desde media hora antes, y poco después murió. Poco antes, cuando los médicos intentaron, por última vez, hablar con los señores de la ambulancia, éstos se habían marchado. Entonces se decidieron a operar al niño, pero murió en seguida. EL PAIS intentó ayer por la tarde averiguar la identidad del médico que atendió a Juan Carlos Sierra en Móstoles. En el centro asistencial de este pueblo se nos comunicó la imposibilidad de facilitar el nombre del doctor y en el servicio de urgencias de la Seguridad Social obtuvimos la misma respuesta. Para poder hablar con este doctor es necesario pasar una necesaria etapa burocrática.

Cuatrocientos cincuenta mil habitantes sin asistencia

La zona suroeste de Madrid, fundamentalmente los pueblos de Móstoles, Alcorcón y Leganés, carecen de un servicio sanitario adecuado para una población de 450.000 habitantes, aproximada mente. Las denuncias realizadas vecinos han sido incesantes, al igual que las realizadas por el Ayuntamiento. El día 14 de enero de 1977 el alcalde, Edistio González, informó de estos problemas al señor Rosón, gobernador civil. El día 29 de enero del mismo año el Instituto Nacional de Previsión informó que en sus planes de actuación hasta 1979 se incluía la construcción de un gran centro sanitanio para el suroeste. El día 28 de marzo los vecinos celebraron una rueda de prensa, una de las muchísimas celebradas, para difundir la urgente necesidad de dotar a Móstoles y pueblos del suroeste de un centro en condiciones.