Brejnev denuncia los intentos de acabar con la política de distensión

En una aparente respuesta al discurso de Carter ante la cumbre de Washington de la OTAN, el jefe de Estado soviético, Leónidas Brejnev, advirtió ayer, en Praga, que «ciertos sectores políticos» en Occidente están obstaculizando la política de distensión entre bloques y amenazan con «hacer regresar al mundo, si no a la guerra fría, a otra refrigerada». Aunque Brejnev no hizo ninguna referencia al discurso del martes de Carter en Washington, que se interpretó como un endurecimiento de la política norteamericana en el tema de distensión, el secretario general del PC soviético fue expresamente cla...

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En una aparente respuesta al discurso de Carter ante la cumbre de Washington de la OTAN, el jefe de Estado soviético, Leónidas Brejnev, advirtió ayer, en Praga, que «ciertos sectores políticos» en Occidente están obstaculizando la política de distensión entre bloques y amenazan con «hacer regresar al mundo, si no a la guerra fría, a otra refrigerada». Aunque Brejnev no hizo ninguna referencia al discurso del martes de Carter en Washington, que se interpretó como un endurecimiento de la política norteamericana en el tema de distensión, el secretario general del PC soviético fue expresamente claro en sus denuncias y señaló que los países de la OTAN, mientras hablan en un lugar de desarme, se preparan en otro «para nuevos planteamientos militares para largos años».

Brejnev, que se encuentra en visita oficial de cuatro días a Checoslovaquia, utilizó su intervención ante el Partido Comunista checoslovaco para rechazar las acusaciones occidentales de una intervención soviética en Africa, al tiempo que denunció «la sangrienta intervención de los países de la OTAN, en Zaire».En su mensaje el martes a la cumbre de la OTAN, Carter había sugerido a los países reunidos que extendiesen el campo de preocupación de la Alianza Atlántica a aquellas áreas, como en Africa, donde el protagonismo de los países socialistas ponen en peligro los intereses de seguridad de Occidente.

El desarme

Ayer, Brejnev hizo una mención especial a la reunión washingtoniana y comentó, en referencia simultánea a la asamblea extraordinaria sobre Desarme de la ONU que se celebra en Nueva York, que «algunos de sus participantes, bien de camino a la reunión de la OTAN o de regreso a casa, pasan por Nueva York, por la de la ONU, y mientras aquí hablan bonitas palabras sobre desarme, discuten en Washington planes sobre nuevos planes militares para largos años».

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«Una paz duradera en Europa es sin duda una de las condiciones decisivas para evitar una nueva guerra mundial», dijo Brejnev. «La conferencia de Helsinki de hace tres años creó la oportunidad de establecimiento de buenas relaciones en el continente europeo, parecía que la distensión contaba con firmes cimientos políticos. Pero ciertos círculos políticos parece evidente que están decididos a frustrar el proceso de distensión, y no sólo en Europa, y a volver, si no a la guerra fría si al menos a la guerra refrigerada.»

«En tal espíritu, por supuesto, se interpretan tales acciones como la intervención sangrienta de países de la OTAN en el Zaire, cuya cínica naturaleza intentaron disfrazar tras un clamor propagandista sobre una supuesta complicidad soviética o cubana en esos acontecimientos », dijo Brejnev.

Por otro lado, Brejnev afirmó que los países socialistas adoptan una postura «extremadamente seria y consciente» ante los intentos de parar la carrera armamentista y contrastó esa posición con la actitud de algunos dirigentes occidentales.

En referencia a la asamblea sobre desarme, el dirigente soviético dijo que no hay tipo de armamento que la Unión Soviética no esté dispuesta a limitar, siempre que sea en una base mutua, en conformidad con un entendimiento con otros países, con la única limitación de que ello no perjudique la seguridad de nadie y en condiciones de plena reciprocidad por parte de los Estados que cuenten con el armamento en cuestión. «Es importante -apuntó- que el esfuerzo por frenar la carrera de armas sea sincero, no fastuoso».

Fallo técnico

La reunión en la que el dirigente soviético pronunció su discurso tuvo lugar en la adornada sala de conferencias del castillo medieval de Praga utilizada por el secretario general del partido y presidente de la nación, Gustav Husak, corno oficina presidencial.

El discurso fue televisado y emitido por radio a Europa oriental, pero la transmisión quedó interrumpida en medio de la alocución debido a lo que funcionarios soviéticos describieron como «dificultades técnicas». En Praga, nada indica que la interrupción fuera debida a otra cosa que un fallo técnico.

Posteriormente, Brejnev y Husak, en el intercambio de discursos se entretuvieron largamente en relatar la historia de cordiales relaciones entre la URSS y Checoslovaquia. El presidente soviético subrayó que su visita tenía lugar casi coincidiendo con el sexagésimo aniversario de la fundación del Estado checoslovaco tras la segunda guerra mundial, el trigésimo aniversario de la toma de posesión comunista en Praga, en 1948, y el décimo aniversario de la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia que paralizaron los esfuerzos liberalizadores de Alexandre Dubcek.

Agradecimiento a la URSS

En su correspondiente discurso, Husak agradeció cálidamente a la Unión Soviética su intervención de 1968, «en un momento en que estaba en peligro en Checoslovaquia la existencia del socialismo».

Husak añadió que la intervención soviética de agosto de 1968 «salvó a Checoslovaquia de un cambio contrarrevolucionario, y sus trágicos efectos en la vida de la clase trabajadora».

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