Parlamentarios gallegos pedirán la mediación de Suárez en el conflicto de Ascon

El presidente de la Junta de Galicia, Antonio Rosón, y los parlamentarios Víctor Moro y Carlos Sueiro se han comprometido con los trabajadores de Ascon a pedir al presidente Suárez su mediación en el conflicto.

Según han manifestado a EL PAIS en el Ministerio de Trabajo, todavía no hay perspectivas de que se reanude la negociación, aunque dirigentes sindicales permanecen en Madrid a la espera de noticias en tal sentido.

Un portavoz de Ascon ha desmentido que el presidente de la conciliación, señor Ugarte, se haya mostrado favorable a los trabajadores en su tesis de no negocia...

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El presidente de la Junta de Galicia, Antonio Rosón, y los parlamentarios Víctor Moro y Carlos Sueiro se han comprometido con los trabajadores de Ascon a pedir al presidente Suárez su mediación en el conflicto.

Según han manifestado a EL PAIS en el Ministerio de Trabajo, todavía no hay perspectivas de que se reanude la negociación, aunque dirigentes sindicales permanecen en Madrid a la espera de noticias en tal sentido.

Un portavoz de Ascon ha desmentido que el presidente de la conciliación, señor Ugarte, se haya mostrado favorable a los trabajadores en su tesis de no negociar el expediente de regulación de empleo, lo que motivó la decisión empresarial de aplazar las conversaciones. Unicamente afirmó que la autoridad laboral no puede pronunciarse sobre el tema en el curso de las negociaciones, sino siguiendo la vía administrativa normal.

El mismo representante de la empresa ha dicho a EL PAIS que Ascon no quiere créditos para sí, sino que la Administración cumpla sus compromisos de realizar operaciones crediticias ya concertadas con armadores que tienen cuatro barcos pendientes de construcción en las factorías que permanecen cerradas desde finales de febrero.

«Sabemos que el expediente de regulación puede ser cursado con negociación o sin ella -ha dicho el portavoz- pero no queremos abrir la empresa sin saber exactamente la plantilla que vamos a tener cuando reiniciemos la actividad. Los 121 empleados de los que queremos prescindir figuran en un expediente iniciado en agosto de 1977, a los que hay que añadir ahora 280 obreros, que se verían afectados temporalmente por la situación de los astilleros. Las cosas están muy claras: no presionamos a nadie. pero o se ponen medios para salvar la empresa o es inútil mantenerla un día más.»

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