Los agricultores mallorquines contra la autopista Palma-Inca

La Unió de Pagesos de Mallorca, a la que pertenecen la mayoría de los agricultores de la isla, se ha pronunciado en contra de la construcción de la autopista Palma-Inca, en la última asamblea general, a la que asistieron representaciones de veintidós pueblos de la isla.

Las razones que aducen los agricultores es que la autopista supondría el cortar en dos Mallorca, y se suprimirían numerosas carreteras que ahora sirven de comunicación entre los pueblos de Conseli, Santa María, Binisalem, Lloseta Portol, Santa Eugenia y un sinfín de caminos entre posesiones que son imprescindibles pa...

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La Unió de Pagesos de Mallorca, a la que pertenecen la mayoría de los agricultores de la isla, se ha pronunciado en contra de la construcción de la autopista Palma-Inca, en la última asamblea general, a la que asistieron representaciones de veintidós pueblos de la isla.

Las razones que aducen los agricultores es que la autopista supondría el cortar en dos Mallorca, y se suprimirían numerosas carreteras que ahora sirven de comunicación entre los pueblos de Conseli, Santa María, Binisalem, Lloseta Portol, Santa Eugenia y un sinfín de caminos entre posesiones que son imprescindibles para la payesía. También se ha añadido que las obras de la autopista van a suponer la destrucción de fincas dedicadas a la explotación agropecuaria y que por hallarse cerca de Palma son las que mayoritariamente aportan productos frescos a los mercados de la capital.

La campaña contra la autopista la inició el grupo de defensa de la ecología Denuncia y Control, con una acampada junto a las máquinas que comenzaron los trabajos de movimiento de tierras. Al grupo se unió, posteriormente, la Asamblea Ciudadana, diversas entidades culturales y la Asamblea de Parados de Mallorca, quienes consideran que la gran mecanización que comportan las obras de la autopista va a suponer un mínimo empleo de mano de obra humana.

Tanto el alcalde de Palma como el de Inca se han pronunciado a favor de esta nueva autopista, que supondría, según ellos, el unir ambas poblaciones en poco más de quince minutos, e impulsaría las comunicaciones de la capital de Mallorca.

Las razones aducidas por los representantes del turismo y la hostelería de las grandes ventajas que iba a reportar la autopista para las comunicaciones con las zonas de Pollensa y Alcudia, al norte de la isla, tampoco parecen convencer a los agricultores y residentes de los pueblos del interior.

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