España, con cuatro películas en el Festival Internacional de Belgrado

Debate en la televisión yugoslava sobre "Caudillo", de Patino

El pasado viernes comenzó en Belgrado el «Fest 78», festival internacional de cine que reúne una selección de las películas de mayor éxito -en la doble vertiente de crítica y público- de cuantas se exhibieron en los festivales de cine de 1977. El festival, subtitulado «Festival de festivales», pretende mostrar a los yugoslavos las cien películas de mayor interés del año pasado.

España acude a la presente edición con cuatro filmes de muy distinta significación y concepción, aunque de notable interés: Elisa, vida mía, de Carlos Saura; Caudillo, de Basilio Martín Patino; ...

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El pasado viernes comenzó en Belgrado el «Fest 78», festival internacional de cine que reúne una selección de las películas de mayor éxito -en la doble vertiente de crítica y público- de cuantas se exhibieron en los festivales de cine de 1977. El festival, subtitulado «Festival de festivales», pretende mostrar a los yugoslavos las cien películas de mayor interés del año pasado.

España acude a la presente edición con cuatro filmes de muy distinta significación y concepción, aunque de notable interés: Elisa, vida mía, de Carlos Saura; Caudillo, de Basilio Martín Patino; Camada Negra, de Manuel Gutiérrez Aragón, y El puente, de Juan Antonio Bardem, premiadas en los festivales de Cannes, Berlín y Moscú, respectivamente. A ello hay que añadir la coproducción. francoespañola El oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel, que cerrará el certamen. El mero dato cuantitativo, cuatro películas seleccionadas, es suficiente para comprobar una vez más el momento importante por el que pasa la cinematografía nacional, momento que continúa en 1978 con su elevado nivel, puesto que para la próxima edición del festival de Berlín, que se celebrará a partir del 22 de febrero, ya han sido seleccionadas dos películas: Las palabrías de Max, de Emilio Martínez Lázaro, y Las truchas, de José Luis García Sánchez.La película de Basilio Martín Patino, Caudillo, se proyectó por las pantallas de la televisión de Belgrado, nueva e interesante modalidad de los festivales de cine. Tres horas de emisión, en la que, tras la proyección del filme se entabló un interesante y, en ocasiones, apasionado debate sobre el contenido de la obra. Participaron en él, además del realizador, críticos de cine y miembros de las Brigadas Internacionales. Precisamente fue un ex brigadista el que mantuvo una enconada polémica con el realizador a propósito de importancia que el filme da a la participación de Durruti y las ex periencias libertarias en las comunidades agrícolas de Aragón lo que, a juicio del testigo, era excesivo. En cualquier caso, todos los habitantes de Belgrado que lo desearan podían contem plar el filme y el coloquio con una tranquilidad de tiempo de programación infrecuente en otros pagos.

El festival transcurre con el orden burocrático y la tranquilidad propia de los certámenes de los países socialistas, aunque no está exento de unas dosis de compra-venta, un mercado del filme que funciona esencialmente para los países de la Europa oriental. Paolo Taviani presentó la proyección de Padre, padrone, y mantuvo una rueda de prensa con los informadores. En definitiva, en el «Fest 78», el ritmo, los hábitos de comportamiento y la masiva afluencia de espectadores a las proyecciones lo conforman como un festival en el que los cinéfilos priman sobre los avariciosos de frivolidades, supongo que muy en la línea del resto de las manifestaciones culturales de las repúblicas socialistas.

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